Dos militares que resultaron gravemente heridos tras ser atacados con gasolina en Villagarzón, Putumayo, fueron trasladados este miércoles a la capital del país para recibir atención especializada en el Hospital Militar.

El subteniente Miguel Ángel Mejía Gutiérrez, con quemaduras en el 75% de su cuerpo, y el soldado profesional Sebastián Díaz Amaya, con lesiones del 30%, permanecen en estado crítico y bajo estrictos cuidados médicos en la unidad de quemados.

El traslado aéreo inició en Florencia, Caquetá, donde los uniformados habían sido atendidos de urgencia antes de ser evacuados hacia Bogotá. En total, tres miembros del Ejército fueron movilizados tras el violento ataque ocurrido durante la destrucción de un laboratorio de cocaína en la vereda Siloé.

Según el Ejército Nacional, los militares fueron agredidos por civiles instrumentalizados por el grupo armado Comandos de Frontera, quienes les arrojaron gasolina e intentaron prenderles fuego para impedir las operaciones contra el narcotráfico. La institución calificó lo sucedido como una “grave violación a los derechos humanos”.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, reiteró la recompensa de hasta 200 millones de pesos para quienes entreguen información que conduzca a los responsables. “Colombia está con sus héroes y heroínas que visten uniforme. Pronta recuperación de nuestros heridos”, manifestó.

Las autoridades mantienen las investigaciones en curso mientras los uniformados luchan por su vida en Bogotá.

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