Autoridades confirmaron la captura del presunto responsable de la agresión que terminó con la vida del menor.

El caso de Nairkel, el niño de cuatro años que perdió la vida en la capital antioqueña tras ser víctima de una brutal agresión por parte de su padrastro, sigue estremeciendo a la opinión pública. La situación no solo refleja la crudeza de la violencia intrafamiliar, sino también la complejidad de las lesiones que le arrebataron la vida después de tres días de lucha en un hospital.

Heridas que comprometieron órganos vitales
Desde su ingreso al Hospital Infantil Concejo de Medellín, el estado del menor fue catalogado como crítico. Los profesionales de la salud que lo recibieron confirmaron que presentaba múltiples traumatismos, lo que hizo necesaria su inmediata atención en cuidados intensivos.

De acuerdo con los reportes médicos y las declaraciones del alcalde Federico Gutiérrez, una de las lesiones más graves fue un traumatismo craneoencefálico ocasionado por fuertes golpes en la cabeza. Este daño comprometió funciones vitales y obligó a mantenerlo bajo asistencia respiratoria desde el primer día de hospitalización.

El diagnóstico también reveló lesiones internas en el abdomen, provocadas por contundentes agresiones que afectaron órganos vitales y causaron hemorragias internas difíciles de controlar. A esto se sumaron golpes en el tórax, que afectaron seriamente su capacidad de respirar por sí mismo, lo que obligó al equipo médico a implementar ventilación asistida.

Captura del presunto agresor
El menor permaneció bajo atención especializada en el Hospital General de Medellín, donde pese a los esfuerzos médicos no logró sobrevivir. Su fallecimiento fue confirmado a través de la cuenta oficial en la red social X del alcalde Gutiérrez, quien expresó su tristeza ante el desenlace.

El mandatario también informó que el presunto responsable de la agresión, identificado como alias “Lámpara”, fue capturado por las autoridades y actualmente se encuentra bajo disposición judicial. Será la justicia la que determine las penas correspondientes por la muerte del niño.

La tragedia ha generado un profundo rechazo en Medellín y ha vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de fortalecer la protección a la niñez frente a los casos de violencia en los hogares.

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