El papa Francisco saludó este domingo personalmente en la basílica de San Pedro a la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, liberada en Malí tras su secuestro desde febrero de 2017.

El saludo se produjo en la misa con la que el pontífice abrió este domingo el Sínodo de Obispos, según confirmó en redes sociales el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman.

El papa Francisco se acercó a las barandas en las que había un grupo de monjas, y la abrazó, relató el periodista Óscar Elizalde Prada, quien tomó la fotografía del encuentro y la difundió por sus redes sociales.

El periodista colombiano, presente en El Vaticano, logró hablar por un momento con la hermana Gloria, oriunda de Nariño y, a través de su blog reveló las primeras declaraciones de la religiosa.

“Las deformaron mucho, las amordazaron”, narró Gloria Cecilia sobre su sufrimiento y el de otras hermanas que han corrido con peor suerte durante el secuestro. “¿A qué te aferraste en todo este tiempo?” “A Dios (…) Muy duro”.

En ese corto encuentro, la hermana Gloria no se refirió a su secuestro, sino al de otras monjas que no han corrido con su suerte y le dijo que “las defromaron mucho, las amordazaron”.

La misionera de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, de 59 años, había sido secuestrada en febrero de 2017 en Karangasso, en el suroeste de Malí, en las zonas fronterizas con Costa de Marfil y Burkina Faso.

En diciembre de 2018 el grupo yihadista Nusrat al Islam wal Muslimin (Grupo de apoyo al islam y a los musulmanes), activo en la región del Sahel y aliado con Al Qaeda, publicó el nombre de cinco rehenes que tenía secuestrados, entre ellos la monja colombiana.

La monja se encuentra “afectada pero en buenas condiciones físicas”, según publican los medios oficiales del Vaticano.

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