En la vereda El Trébol, zona rural de Chinú, Córdoba, ocurrió un hecho que ha encendido las alarmas sobre la inseguridad que viven muchas familias campesinas en el país.
El pasado 13 de abril, personas sin escrúpulos asesinaron las tres únicas reses que tenía una familia como sustento. No les robaron, no hubo pelea: simplemente las mataron.
La noticia, que comenzó a circular en redes locales, no tardó en generar reacción a nivel nacional. Una de las voces más resonantes fue la de la senadora María Fernanda Cabal, actual aspirante presidencial, quien expresó en su cuenta de X (antes Twitter):
«Lamentable esto que está pasando en zona rural de Chinú (Córdoba). Los ganaderos víctimas de los ataques criminales como en este caso que denuncia Jesús Mora. Señor ministro general @PedroSanchezCol hay que atender a esta población, el país no soporta tanta inseguridad.»
Cabal fue enfática: no solo condenó el acto, sino que lo usó para volver a poner sobre la mesa un tema que lleva años sin resolverse —el abandono estatal en zonas rurales—. Según la senadora, ese abandono es justamente lo que ha dejado la puerta abierta al accionar de bandas criminales, que operan con libertad en regiones como Córdoba.
Este caso no es aislado. En muchas zonas del Caribe colombiano, los campesinos viven con miedo, no solo por el robo de ganado o cultivos, sino por el riesgo constante de perder lo poco que tienen en medio de una guerra que nadie les pidió.
Mientras tanto, la familia afectada en Chinú quedó devastada, no solo por la pérdida material, sino por el mensaje: ni siquiera lo más básico parece estar a salvo.