Por Carlos Ordosgoitia Sanin
Alcalde de Montería

Dándole continuidad a las reflexiones y análisis expresados en la anterior columna «Le apostamos a una nueva y renovada malla vial». Hoy quiero compartirles la necesidad de buscar soluciones a lo que he denominado «malla vial longeva”.

Las vías en algunos puntos de la ciudad tienen un número importante de años y, por diversas circunstancias, se está empezando a evidenciar desgaste y agrietamiento de las placas de concreto. Por eso trabajamos en un estudio de recomposición de la malla vial, en el que hemos incluido barrios de la comuna 8.

Hace décadas la densidad poblacional de barrios como La Castellana y El Recreo era menor, a causa de que solo se construían casas unifamiliares y no se contemplaba la construcción de edificios. Estos, hoy en día, son el común denominador y multiplicaron ese número poblacional e incrementaron el flujo vehicular. De 2.000 vehículos que se movilizaban por estas calles hace 20 o 30 años, hemos pasado a unos 15.000.

La responsabilidad del cuidado y mantenimiento de las vías no solo debería recaer en la administración municipal, toda vez que el modelo constructivo y las empresas de construcción deben constituirse en sujeto responsable del deterioro de la malla vial. No es justo ni equitativo que el arreglo vial en estos casos recaiga solamente en los impuestos de todos los monterianos. Actualmente, las empresas constructoras adelantan proyectos de edificios superiores a los 10 pisos y esto hace que por las calles transiten doble troques que llevan el material necesario para el proyecto. Esa situación desgasta las losas, inclusive antes de terminar los proyectos de vivienda, lo que sin duda hace necesaria la realización de obras de recomposición de las vías.

Además de ello, creemos conveniente y pertinente adelantar, bajo el diálogo ciudadano, un proceso concertado de valorización, que impacte mínimamente el bolsillo de los monterianos. Valorización que no es general y aplicaría únicamente en los barrios que se vayan a impactar.

Quisiéramos mejorar y recuperar la malla vial en una mayor proporción, pero no contamos con un gran presupuesto; sin embargo, somos una ciudad que está haciendo toda la gestión catastral para mejorar los ingresos.

Hoy vemos que en el norte tenemos el 90 % de las calles pavimentadas, mientras que en el sur y el occidente hay zonas a las que nunca ha llegado el pavimento. Durante el Gobierno de la Gente, hemos invertido los recursos disponibles en las comunas más necesitadas; como son las 3, 4, 6, 7 y 9. A lo que sumamos que en las comunas 1 y 2 ya están financiados varios tramos en un convenio suscrito con el DPS, por algo más de 8 mil millones de pesos.

Para la inversión en los barrios, vemos la necesidad de plantear nuevas alternativas de financiación para los problemas que hoy nos atañen, porque somos conscientes de que se necesitan nuevas conexiones viales que permitan descongestionar los flujos de tráfico de una mejor manera.

Por eso es importante abrir este diálogo con los monterianos para que el recaudo que se haga se invierta en obras para ese mismo sector. Con este modelo, lo que pretendemos es una intervención inmediata en puntos donde en el corto plazo es imposible darle una solución a la recomposición de la malla vial.

Pese a ello, hemos logrado apropiar recursos y cofinanciar proyectos viales, por valor de unos $130.000 millones; para llevar 39,2 km de «Cemento con Corazón» a todos los puntos de la ciudad: 22,1 km en mejoramientos de vías y 17,1 km en vías nuevas.

La ciudadanía puede tener total certeza de que en el Gobierno de la Gente en todo momento buscamos una comunicación asertiva y propositiva para resolver las dificultades en tiempo real, para así continuar la construcción de una Montería Grande con mejores vías y una mayor seguridad vial.

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