Venezuela advirtió que “estos actos no quedarán impunes”, mientras que Estados Unidos continúa intensificando su presión contra el territorio venezolano.

El Gobierno de Nicolás Maduro rechazó este sábado lo que calificó como un “robo y secuestro” por parte de Estados Unidos de un nuevo buque privado que transportaba crudo venezolano, interceptado en el mar Caribe. Se trata del segundo petrolero confiscado en menos de dos semanas, en una zona donde Washington mantiene un despliegue militar.

En un comunicado oficial, el Ejecutivo chavista calificó el hecho como un acto de “piratería” y denunció además la “desaparición forzada” de la tripulación de la embarcación interceptada.

Venezuela advirtió que “estos actos no quedarán impunes” y anunció que ejercerá “todas las acciones correspondientes”, incluyendo denuncias ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, otros organismos multilaterales y los Gobiernos del mundo.

“El modelo colonialista que pretende imponer el Gobierno de los Estados Unidos con este tipo de prácticas fracasará y será derrotado”, señaló el comunicado.

Asimismo, Caracas afirmó que el derecho internacional “se impondrá” y que los responsables de estos hechos “responderán ante la justicia y la historia por su criminal proceder”.

Estados Unidos confirma la interceptación del buque
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos confirmó este sábado que interceptó un petrolero en aguas internacionales del Caribe, el cual, según medios, ondeaba bandera panameña.

“En una operación al amanecer de hoy, 20 de diciembre, la Guardia Costera de Estados Unidos, con el apoyo del Departamento de Guerra, interceptó un petrolero que había atracado recientemente en Venezuela”, informó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, a través de su cuenta en X.

Según Noem, EE.UU. “continuará persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”. “Los encontraremos y los detendremos”, agregó en la publicación, que incluye un video con imágenes desclasificadas de la operación.

Esta es la segunda embarcación interceptada en el Caribe por el Gobierno de Donald Trump, que la semana pasada incautó el buque Skipper y confiscó su cargamento de crudo.

La operación fue reportada inicialmente por medios como The New York Times, que confirmó que el barco detenido se llama Centuries y no forma parte de la lista de petroleros sancionados por EE.UU., según un funcionario estadounidense y dos fuentes de la industria petrolera venezolana.

El rotativo indicó además que el buque pertenece a una empresa petrolera con sede en China, dedicada al transporte de crudo venezolano hacia refinerías del gigante asiático.

Trump endurece la presión contra Venezuela
En las últimas semanas, Trump ha intensificado su presión sobre Venezuela y recientemente ordenó un bloqueo total a la entrada y salida del país de petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense.

En este contexto, Irán ofreció a Venezuela su cooperación “en todos los ámbitos” para enfrentar lo que calificó como “piratería y terrorismo internacional” por parte de EE.UU., según informó el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, tras una llamada con su homólogo iraní, Abás Araqchí.

El pasado miércoles, Venezuela solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene previsto celebrar el próximo martes 23 un encuentro para analizar la situación del país suramericano, según confirmó a EFE la presidencia rotatoria del organismo.

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