Montería. Otra reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU) en Montería concluyó sin respuestas claras y con nuevas promesas de ayuda humanitaria para los afectados por la ruptura en Cara de Gato, en la Mojana.
Minutos antes del encuentro liderado por Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres (Ungrd), habitantes de la Mojana se manifestaron a las afueras del Centro de Convenciones exigiendo ser escuchados y criticando la falta de invitación formal al evento. Demandaron acciones concretas, incluyendo el cierre del boquete en Cara de Gato, una solicitud que, por ahora, no será atendida.
Al ser cuestionado sobre la ausencia de los afectados, Carrillo respondió de manera desafiante, sugiriendo que las prioridades deberían estar en los residentes de Montería que poseen ganado costoso y caballos de raza, insinuando que estos pueden cuidarse por sí mismos. Esta actitud ha generado indignación y acusaciones de arrogancia en el manejo de la crisis.
Arnulfo Betancourt, representante del Pacto Social Mojana, expresó su frustración declarando que no se ha logrado ningún avance significativo en la reunión. Criticó duramente la gestión de Carrillo y calificó al gobierno como «nefasto», incapaz de abordar adecuadamente la situación. Además, anunció que en los próximos días se reunirán para considerar acciones adicionales, incluyendo la posibilidad de elevar el problema a instancias internacionales debido a lo que describió como niveles de ecocidio en la Mojana debido a las inundaciones prolongadas.
Betancourt también denunció que las ayudas recibidas hasta ahora son insuficientes y de baja calidad, acusando a la corrupción de afectar la distribución de los recursos destinados a la comunidad.
En cuanto a las acciones propuestas por la Ungrd, Carrillo mencionó la entrega de asistencia humanitaria de emergencia para más de 5,300 familias en Guaranda, Majagual y Ayapel, con énfasis en Ayapel, donde llegarán 3,600 familias. Sin embargo, confirmó que el contratista encargado de cerrar el boquete en Cara de Gato no recibirá prórroga y deberá cumplir con el contrato para el 27 de noviembre, aunque criticó la falta de avances significativos hasta el momento.
La situación en la Mojana sigue siendo crítica, con la comunidad y las autoridades locales presionando por soluciones inmediatas y efectivas ante una emergencia que afecta no solo a la infraestructura, sino también a la seguridad alimentaria y ambiental de la región.