Por: José Rafael Larrarte Guzmán
La 63ª edición de la Feria Nacional de la Ganadería, que culminó ayer en Montería, fue un rotundo éxito. Negarlo sería injusto. Sin embargo, tras la algarabía y el entusiasmo que caracterizaron este evento, emergen hechos que merecen un análisis profundo y crítico.
Como defensor apasionado de la prensa, un gremio tan querido como cuestionado, pero esencial en una sociedad consumista, me permito reflexionar sobre su rol en esta feria. Inspirado por la columna de Laura Ardila en El Espectador, titulada “Periodistas vs. Influencers”, observo con preocupación cómo esta dicotomía se materializa de forma alarmante en Córdoba.
Nadie critica el legítimo “rebusque” —ese término tan nuestro— (con acceso a la pauta oficial por parte de periodistas) o creadores de contenido (promocionando productos). Sin embargo, como abogado y periodista, me siento en la libertad de expresar mi percepción.
Por primera vez en la historia de la Feria Nacional de la Ganadería, los organizadores omitieron el tradicional lanzamiento para los medios cordobeses, un gesto que denota una preocupante falta de respeto hacia este gremio fundamental. Días antes del evento, la indignación creció entre los periodistas locales —muchos silenciados por temor a represalias— al enterarse de un hecho sin precedentes: el lanzamiento oficial se realizó exclusivamente para creadores de contenido e “influencers”, relegando a la prensa a un segundo plano.
No escribo desde la envidia o el resentimiento, males que, afortunadamente, no padezco para nada. Mi postura es justa y equilibrada: cada quien en su lugar, como reza el adagio. Sin embargo, las palabras de María Paula Tejada, gerente de la Feria, durante un desayuno de lanzamiento en La Bonga del Sinú, encendieron las alarmas.
Al dirigirse a los influencers, afirmó: “El poder que tienen ustedes de hablarle a sus comunidades merece una gran responsabilidad, ya que son los encargados de transmitir esta versión de la feria”. Estas declaraciones, aunque bienintencionadas, generaron una pregunta inquietante entre los periodistas cordobeses: ¿desde cuándo los creadores de contenido suplantaron el rol esencial de la prensa?
La prensa, históricamente, ha sido el puente entre las comunidades y los gobernantes, visibilizando hechos, contextualizando sucesos y promoviendo el debate público. Ignorar esta función refleja un desconocimiento preocupante de su importancia. En esta edición, el gremio periodístico local sufrió un duro revés, como bien describió Laura Ardila en su “guerra” metafórica entre periodistas e influencers. Algunos medios fueron seleccionados de manera selectiva por la organización, mientras que decenas de periodistas independientes fueron marginados, condenados a recibir boletines de prensa y difundirlos sin mayor protagonismo.
La presencia de grandes medios nacionales, que celebro por su capacidad de proyectar la Feria a nivel país, y la avalancha de creadores de contenido acapararon la atención y las pautas publicitarias. Mientras tanto, el periodista cordobés, especialmente el independiente, quedó en desventaja, obligado a “rebuscarse” con transmisiones sostenidas por pautas externas de bajo valor o a acudir a los eventos en busca de entrevistas con figuras públicas, a menudo percibidas como actos de mendicidad.
Un episodio particularmente lamentable ocurrió durante la inauguración del “Pueblito Cordobés”, donde la prensa y el público fueron vetados. Este hecho llevó al reconocido periodista Jaime Montoya Coronado a anunciar, tras 32 años de coberturas, su retiro de este tipo de eventos, un símbolo del desencanto que vive el gremio.
La prensa cordobesa debe recuperar el lugar que le corresponde, opacado por años y ahora amenazado por una confusión peligrosa: la idea de que los creadores de contenido pueden reemplazar la misión social de los medios. No se trata de menospreciar a los influencers, sino de reconocer los roles diferenciados y complementarios de ambos.
Para cerrar con una nota positiva, destaco la impecable labor de la Oficina de Prensa de la Gobernación de Córdoba, que se lució transmitiendo al instante los hechos noticiosos de la Feria. Mi reconocimiento público a su equipo.
Es hora de que la prensa local cordobesa levante la voz y reclame su relevancia. La Feria Nacional de la Ganadería, aunque exitosa, dejó una deuda pendiente con este gremio esencial.