Esto es lo que se sabe del atroz homicidio en el municipio de Maicao.
Branyis Yanina Machado Chacín murió violentamente en la tarde del viernes 21 de febrero, luego de que el hombre con quien compartió en la habitación de un hotel la atacara brutalmente con un cuchillo.

A la mujer, de 20 años y de nacionalidad venezolana, la ayudaron y trasladaron al Hospital San José de Maicao, La Guajira, pero la gravedad de las lesiones que recibió le costaron la vida. La labor de los médicos resultó insuficiente ante las múltiples cuchilladas que recibió.

Medios de comunicación del municipio han detallado que el homicidio ocurrió en un hotel ubicado en la calle 11 con carrera 18 del sector conocido como La Carbonera. En ese lugar estuvieron Branyis y un hombre cuando este último decidió agredirla con el arma blanca. “La joven salió de la habitación dejando rastro de sangre por todo el pasillo hasta la salida, en donde fue auxiliada”, precisó Diario del Norte.

Según las primeras informaciones, la mujer recibió más de ocho cuchilladas, lo que causó su muerte poco después. El hombre que se las propinó habría intentado huir, pero la comunidad alcanzó a detenerlo y agredirlo antes de entregarlo a los uniformados de la Policía Nacional. La institución no ha emitido un pronunciamiento oficial, pero en Maicao exigen investigación y justicia.

Joven apuñalada 26 veces por su expareja
El calvario de Ana Karina Acevedo parece no tener fin. A sus 21 años, la joven ha tenido que enfrentarse no solo a la brutal agresión de su expareja, quien intentó asesinarla con 26 puñaladas en un local comercial de San Cristóbal, Medellín, sino también a las constantes amenazas que aún recibe de su agresor, quien sigue en libertad.

Han pasado tres meses desde el ataque que conmocionó a la comunidad, pero la pesadilla de Ana Karina continúa. Aunque ha logrado sobrevivir tras someterse a siete cirugías, la violencia no terminó ahí. Según denuncia, su victimario ha encontrado formas de comunicarse con ella, enviándole mensajes escalofriantes en los que minimiza la agresión y la amenaza con volver a atacarla.

A pesar de contar con protección por parte de la Fiscalía, Ana Karina teme que las medidas no sean suficientes. Su agresor sigue libre y ella vive con el miedo constante de que en cualquier momento pueda cumplir sus amenazas. “Solo pido que le den prioridad a estos casos, porque no soy la única mujer que está pasando por esto”, clama.

Mientras su atacante sigue sin ser capturado, Ana Karina enfrenta cada día con el temor de que su historia aún no haya llegado a su peor capítulo.

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