Rafael Gómez, Édgar Astudillo, Organis Cuadrado y Rafael Moreno, son los periodistas cordobeses que fueron amenazados en los últimos días en el departamento de Córdoba y por los cuales La FLIP hizo un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que protejan a los comunicadores e inicien las investigaciones necesarias para dar con los responsables.

La FLIP conoció un panfleto firmado por las “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, en el que amenazan de muerte a ocho personas, entre ellas, a dos periodistas del departamento de Córdoba: Rafael Gómez y Édgar Astudillo. Gómez, a quien le llegó el panfleto en físico a su oficina, ha estado cubriendo en el diario y la cadena radial La Piragua el accionar de grupos armados ilegales y el manejo irregular de dineros públicos en los municipios de Montelíbano, Tierralta y Puerto Libertador.

Por otra parte, Rafael Moreno y Organis Cuadrado, periodistas de Voces de Córdoba, también le reportaron a la FLIP haber recibido amenazas en los últimos días. Moreno informó que el 17 de junio en Puerto Libertador un hombre desconocido se le acercó, mientras almorzaba, y le dijo que habían dado la orden de asesinarlo. El reportero días atrás había publicado información sobre el asesinato de un joven en el municipio.

Por su parte, Cuadrado le reportó a la FLIP que el pasado 13 de junio fue intimidado por un hombre en el municipio de Montelíbano, quien le dijo que “se la iba a pagar”. El comunicador ha estado publicando notas periodísticas en las que denuncia irregularidades en la gestión de un exalcalde de Puerto Libertador.

Según el comunicado de La Flip, Córdoba es un departamento con presencia histórica de grupos armados, y, actualmente, la situación de seguridad resulta alarmante sobre todo en los municipios de la subregión del Alto Sinú y San Jorge, en donde hay una fuerte presencia de grupos al margen de la ley.

En este contexto, genera preocupación que la situación de riesgo de los reporteros pueda estar relacionadas directamente con las denuncias sobre orden público, corrupción y organizaciones criminales. Además, estas amenazas contra la prensa generan un ambiente de miedo y silencio en los y las periodistas del departamento de Córdoba, afectando así el flujo de información en la zona sobre temas que impactan a la comunidad.

La FLIP le solicitó a la Unidad Nacional de Protección (UNP) que implemente y refuerce por trámite de emergencia las medidas de seguridad necesarias para garantizar la vida de los cuatro periodistas. Así mismo, la Fundación le solicita a la Fiscalía General de la Nación que inicie diligentemente la investigación de estos hechos con el fin de que se sancione a los responsables, y así evitar agresiones futuras.

Es sumamente necesario que tanto UNP como Fiscalía se articulen con la Defensoría del Pueblo, las Gobernación de Córdoba y las alcaldías de Puerto Libertador y Montelíbano para evaluar el contexto de violencia que hay en la región y las vulnerabilidades y factores de riesgo de la prensa en esta región.

Este contexto es un elemento supremamente importante para determinar el nivel de riesgo de los periodistas e implementar las medidas que sean más eficientes para salvaguardar su vida y su integridad.

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