Hay un dicho que dice que la plata está hecha y que solo hay que buscarla. Esa frase podría encajar perfectamente en un emprendedor que alquila unas improvisadas ‘habitaciones’ para que habitantes de calle puedan tener intimidad.
Se trata de un habitante de calle llamado ‘el Avispa’, que por 1.000 pesos renta un espacio a las parejas y por 2.000 pesos otro con alguna que otra comodidad.
«Me lo inventé porque veía a mis parceros de la calle haciendo cosas que no deberían hacer en las esquinas, entonces monté mi empresa, porque ellos también tienen derecho a hacer sus deberes de amor», dijo el hombre a una creadora de contenidos que visitó el lugar.
“Los colchones yo los recojo, los botan desde las residencias y me los traigo. Son mojados y usados, pero es mi emprendimiento», dijo ‘el Avispa’ sobre los enseres que tiene en su ‘negocio’ que ha causado diversos comentarios, desde críticas hasta halagos.
Aseguró que en un día puede hacerse entre 20.000 y 50.000 pesos, aunque hay fechas en las que le va mejor y alcanza a recaudar más dinero.
‘El Avispa’ desea que las autoridades no desalojen su emprendimiento, ya que manifiesta que sus clientes cumplen reglas de comportamiento relacionadas con el no consumo de sustancias psicoactivas y demás.
«El que llegue a faltarme el respeto, le va mal. Tengo mis reglas y son respetadas. Tampoco permito que consuman vicio», concluyó.
