Los niños pueden ser muy crueles, pero también son capaces de grandes actos de generosidad y eso nos devuelve la esperanza en que podremos ver un mundo mejor cuando ellos tengan la responsabilidad de tomar las riendas del porvenir del mundo. El carácter amable y generoso inicia en el hogar, pero en el segundo hogar (en la escuela) es donde los muchachos suelen demostrar sus valores.

Romello Early y Melvin Anderson, estudiantes de la Escuela Autónoma Buffalo Creek, en el Barrio de Old First Ward, en Búfalo, Estados Unidos, tienen una profunda amistad que nació a raíz de una muestra de generosidad por parte de Romello, quien al ver que su compañero era molestado por su calzado viejo y sucio, usó sus ahorros para comprarle tenis nuevos. Su gesto no pasó desapercibido.

Viviendo los valores

Los tenis de regalo

Las acciones son mucho más valiosas que las meras palabras y Romello demostró que para él, los principios no son meras palabras bonitas que deban repetirse en voz alta, sino verdaderos lineamientos de vida. Así, cuando Bryant Brown, el decano de la escuela, supo del acto desinteresado del chico, no pudo evitar compartir una fotografía del tierno momento.

Aunque todos los chamacos de la escuela pasan debajo de una leyenda exaltando los valores de “liderazgo, integridad, dedicación y excelencia”, el único que tomó la iniciativa, siguió sus principios, empleó sus ahorros y dio lo mejor de sí fue Romello y eso no pasó desapercibido para nadie. Donde el impulso social más cómodo lleva a ridiculizar a quien es diferente para protegerse a sí mismo del escarnio, el compañero de Melvin comprendió el sufrimiento de su compañero y puso manos a la obra para solucionar la raíz del problema.

Un par dispar

Un par dispar Melvin y Romello

Cuando los ves por primera vez, quizá no encuentres a simple vista mucho en común entre estos dos muchachos, que son prácticamente de la misma edad (12 años) y asisten al mismo grado. Romello Early es un chico menudo y relativamente bajo, con 1.37 metros de altura, más o menos, mientras que Melvin Anderson es casi treinta centímetros más alto que su compañero.

Se han burlado de mí por que soy bajito, así que no quería que se burlaran de Melvin por sus zapatos.

Las diferencias no terminan ahí. Así como Romello es más pequeño, también resulta más sociable y se explaya con mayor fluidez, mientras que Melvin mantiene un aire más reservado y tiene una forma más calmada de hablar, dando la impresión de ser una persona más bien introvertida. Aun así, los dos son ahora como uña y carne luego del acto de generosidad de Romello y al agradecimiento sincero de Melvin.

Amistad duradera y ejemplo a seguir

Melvin y ROmello

Melvin: Estoy trabajando en casa, para tener algo de dinero extra y poder pagarle su generosidad.

Romello: No, hombre, no es algo que tengas que pagarme, es un regalo de mí para ti.

Su profesor, el Sr. Brown, se encuentra sumamente orgulloso del modo en que están creciendo sus alumnos y espera que la amistad de los chicos sea vista como un ejemplo a seguir y se convierta más bien en la regla que en la excepción, pues de ser así, el futuro de nuestro mundo luce prometedor. Sin lugar a dudas, la amistad que nace de la empatía y los buenos sentimientos es la que tiene más posibilidades de sobrevivir a las vicisitudes de la vida.

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