Después de varios días de temor e incertidumbre en el corregimiento de La Doctrina, en Lorica, se logró esclarecer el misterio detrás de la masacre de más de 300 aves.

El misterio se pudo resolver gracias a la instalación de cámaras de vigilancia por expertos de Sincelejo que llegaron a la zona y captaron a los responsables en plena acción: una manada de Grisones.

Estos mustélidos, conocidos por su agilidad y destreza para cazar, fueron identificados como los causantes de los ataques. Según el especialista Zarigueya Chuchaca, los Grisones son “maestros en el arte de escabullirse, cazar y desaparecer sin dejar rastro”.

La agresividad observada en los animales se atribuye a la presencia de hembras en período de apareamiento, lo que impulsa a los Grisones a cazar en grandes cantidades para alimentar a sus crías.

El hecho de que estos animales se desplazaran a través del río Sinú sin ser detectados alimentó las especulaciones sobre la existencia de una criatura desconocida o incluso fenómenos paranormales. Sin embargo, con la identificación de los verdaderos culpables, la comunidad ha comenzado a respirar con alivio.

Ahora, con la certeza de los responsables, autoridades y habitantes de La Doctrina se han enfocado en estudiar más a fondo el comportamiento de la fauna silvestre. Se están diseñando estrategias para proteger las aves de corral, buscando equilibrar la seguridad de la comunidad y la conservación del ecosistema.

Así, la pesadilla que azotó a La Doctrina parece llegar a su fin, mientras los pobladores esperan recuperar la calma en la región.

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