En un acto cargado de simbolismo y orgullo, el alcalde Hugo Kerguelén encabezó la conmemoración de los 248 años de fundación de Montería con un emotivo discurso pronunciado desde la Catedral, el lugar que describió como “el corazón espiritual de la ciudad”.
Durante su intervención, Kerguelén hizo un recorrido por la historia, los avances recientes y las proyecciones de futuro de la capital cordobesa, destacando las profundas transformaciones urbanas y sociales que ha vivido Montería. “Pasamos de ser una ciudad generosa, pero muchas veces olvidada, a una que no les da espacio a las promesas vacías ni a los discursos sin acción”, expresó el mandatario.
Uno de los logros más significativos que resaltó fue la notable mejora en la seguridad ciudadana, con una reducción del 75% en los homicidios en lo que va del año, lo que posiciona a Montería entre las tres capitales más seguras del país. En este contexto, reconoció el trabajo de la Policía Metropolitana, que también celebra 11 años al servicio de la comunidad.
“La hemos vestido de parques, de vías limpias, de colegios donde florecen los sueños. Le hemos trazado caminos nuevos para que sus barrios respiren dignidad”, afirmó Kerguelén, quien insistió en que el cambio no solo es visible en la infraestructura, sino también en la actitud de sus ciudadanos.
El alcalde destacó el renacer del orgullo monteriano como uno de los principales pilares de la transformación: “Lo más valioso es lo que hoy habita en sus calles: monterianos orgullosos. Gente que no solo recorre la ciudad, sino que la siente suya”.
Kerguelén cerró su mensaje con una nota de gratitud y compromiso: “Gracias, Montería, por no rendirte nunca. Tu futuro ya no es una promesa… es un presente que está a la vista de todos”.
