Hay tristeza en este municipio costanero por la muerte de Damián José Medina Rodríguez, de 24 años, luego de varios días en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Amigos de la Salud en Montería, tras sufrir quemaduras graves cuando el kiosco en el que dormía fue incendiado de manera premeditada.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 13 de abril, mientras Damián cuidaba el negocio familiar ubicado en El Porvenir, zona rural de San Antero.
El kiosco había sido construido con esfuerzo por su hermana, Katherine Medina, como una alternativa para generar ingresos en medio de la difícil situación económica que enfrentaban.
La familia había recibido amenazas por parte de un vecino inconforme con la ubicación del local. Según versiones recogidas por testigos, un trabajador de este hombre estaría involucrado directamente en el ataque que terminó cobrando la vida de Damián.
Pese a los esfuerzos médicos, su cuerpo no resistió las heridas. A las afueras de la clínica, familiares, amigos y miembros de la comunidad encendieron velas y elevaron oraciones en su memoria.
Hoy su familia pide justicia y clama por un alto a la violencia que amenaza a quienes, como Damián, solo buscan trabajar dignamente.