Por su parte Cuba anuncia la liberación de 553 presos tras la intermediación del Vaticano.

Washington y La Habana dieron este martes la sorpresa al anunciar, respectivamente, la salida de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo y una excarcelación masiva de presos de la isla en la que ha mediado el Vaticano.

El doble anuncio, que podría suponer el primer paso para un acercamiento bilateral, queda sin embargo de alguna forma entre interrogantes por la llegada en apenas seis días a la Casa Blanca del republicano Donald Trump, quien durante su primer mandato (2017-2021) incluyó a Cuba en esa lista, que tiene severas consecuencias financieras.

La administración demócrata saliente aseguró que la exclusión de Cuba de la lista está ligada a la liberación de los presos, que según explicó el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de la isla, afecta a 553 personas “sancionadas por delitos diversos” y que serán excarcelados “gradualmente”.

La Casa Blanca indicó por su parte que las liberaciones comenzarán “en relativamente poco tiempo” y que entre los presos seleccionados hay personas que participaron en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J), las mayores en décadas en Cuba.

Según la ONG Prisoners Defenders a finales de noviembre había en la isla un total de 1.148 presos por razones políticas en Cuba. Por otro lado, la plataforma independiente Justicia 11J aseguró a finales del año pasado que 554 personas que participaron en el 11J continuaban entre rejas con penas de hasta 20 años de prisión.

De efectuarse, esta sería la primera excarcelación de presos en Cuba desde 2019, cuando las autoridades del país indultaron a 2.604 reclusos. La anterior se produjo en 2015, cuando un total de 3.522 presos fueron excarcelados como “gesto humanitario” ante la visita del papa Francisco a la isla.

Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista en 2017 -aunque ya había estado entre 1982 y 2015- aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para las negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia.

La designación implica la prohibición de venta de armas a ese país, un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y la congelación práctica de gran parte de su actividad financiera en el exterior.

Esto ha contribuido, junto a la pandemia y ciertas políticas fallidas de la propia Cuba, a la grave crisis económica y energética que padece actualmente la isla, una combinación difícil de revertir de contracción económica, elevada inflación y déficit abultado.

Cuba sufre una escasez de básicos (alimentos, medicinas y combustible), prolongados apagones diarios y una creciente dolarización. Esto ha generado un fuerte descontento social, visible en una ola migratoria sin precedentes y en las inusuales protestas que se han registrado desde 2021.

Estados Unidos suspendió también la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba (el título III de la ley Helms-Burton) y levantó algunas sanciones financieras.

Tras conocerse el paso de Washington, el Minrex consideró el anuncio como una “decisión en la dirección correcta”, aunque aclaró que a su juicio es un paso “muy restringido”, pues siguen estando en vigor múltiples sanciones económicas.

Indicó que “el bloqueo económico y buena parte de las decenas de medidas coercitivas” de EE. UU. contra Cuba siguen en pie, reforzadas con un paquete de medidas aplicado durante el primer mandato de Trump. “La guerra económica permanece”, subrayó.

El Minrex señaló que la decisión “ocurre ahora, a punto de producirse un cambio de Gobierno, cuando debió haberse materializado hace años, como acto elemental de justicia, sin reclamar nada a cambio y sin fabricar pretextos”.

Asimismo, no descartó que el nuevo Gobierno estadounidense pueda “revertir en el futuro las medidas hoy adoptadas, como ha ocurrido en otras ocasiones”. El designado secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, es un cubanoamericano defensor de la línea dura con la isla.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, agradeció en las redes sociales “a todos los que contribuyeron a la decisión anunciada hoy por EE. UU.”, entre los que se cuentan, además del Vaticano, Brasil y Colombia.

Petro felicita a Biden por retirar a Cuba de la ‘lista negra’: “Es un gran avance”
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, felicitó este martes a su homólogo estadounidense, Joe Biden, por retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, a menos de una semana de ser relevado por Donald Trump, y lo consideró “un gran avance”.

“EE.UU. tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza. Felicito a Biden que buscó siempre el diálogo con la diversidad latinoamericana. Levantar bloqueos así sea parcialmente es un gran avance”, apuntó Petro en un mensaje en su cuenta de X.

Biden tomó la decisión de sacar a Cuba de la ‘lista negra’ para propiciar la liberación próximamente de varios presos cubanos como parte de un proceso que cuenta con la mediación del Vaticano, según información de altos cargos de la Administración estadounidense a la prensa.

Trump introdujo a Cuba en esta lista, que conlleva severas sanciones, durante su primer mandato por la petición del entonces presidente colombiano, Iván Duque, que consideraba que La Habana estaba dando refugio a terroristas.

Esto ocurrió luego de que la isla se negara a extraditar a Colombia a la cúpula de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que estaba en la isla para las negociaciones de paz, que se rompieron en el gobierno de Duque.

Petro y otras autoridades pidieron repetidamente a Estados Unidos que sacara a Cuba de esta lista cuando se retomaron los diálogos en 2022 con el ELN y el país isleño se volvió a convertir en una de las sedes ambulatorias de las negociaciones.

“Colombia reitera su agradecimiento al pueblo cubano por los esfuerzos y apoyo irrestricto en los procesos de negociación y diálogo necesarios para lograr la paz en nuestro país”, expresó la Cancillería en un comunicado.

En ese documento, el Ministerio de Relaciones Exteriores manifestó su “firme convicción en el multilateralismo como principio de las relaciones internacionales” y rechazó “la imposición de sanciones y medidas unilaterales”.

“Por ello, junto con otros países aliados de la región, apoyamos las gestiones y solicitudes para que la hermana República de Cuba fuese excluida de este listado”, agregó la información.

Venezuela también celebra el retiro

Venezuela celebró este martes la decisión “limitada” de la Administración del saliente presidente de EE.UU., Joe Biden, de retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo y pidió el levantamiento “inmediato” del bloqueo que, aseguró, “por más de 60 años ha afectado profundamente al pueblo cubano”.

En un comunicado difundido mediante Telegram por el canciller venezolano, Yván Gil, el país caribeño destacó la decisión de Washington, y consideró que la “injusta” designación contra la isla “jamás debió aplicarse”.

“Este paso, aunque positivo, debe ir acompañado del levantamiento inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero que por más de 60 años ha afectado profundamente al pueblo cubano y ha sido rechazado por la comunidad internacional”, añadió Gil en la nota.

Además, Venezuela exigió a Estados Unidos “respeto pleno a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, el cese del hostigamiento político y económico contra Cuba, y el fin de todas las sanciones unilaterales que violan la soberanía de los pueblos”.

El país caribeño, uno de los aliados de la isla, se pronunció después de que Biden adoptó la decisión, a menos de una semana de ser relevado por Donald Trump, quien en su primer mandato colocó a La Habana en ese listado que conlleva severas sanciones.

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