El gobierno de Estados Unidos ha iniciado la expulsión de cientos de presuntos miembros de la organización criminal Tren de Aragua, aplicando la Ley de Enemigos Extranjeros, una medida que no se utilizaba desde la Segunda Guerra Mundial.

El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que un primer grupo de 250 deportados ya ha sido enviado a El Salvador, cuyo presidente, Nayib Bukele, se ofreció a encarcelarlos en su sistema penitenciario. Además, Rubio confirmó que EE.UU. también entregó a dos altos líderes de la Mara Salvatrucha (MS-13) y a 21 de sus miembros más buscados para que comparezcan ante la justicia salvadoreña.

“Bukele ha demostrado que es el líder de seguridad más fuerte de la región y un gran amigo de Estados Unidos”, declaró Rubio, quien también aseguró que esta decisión refleja el compromiso del expresidente Donald Trump de expulsar a “cientos de criminales violentos”.

La Ley de Enemigos Extranjeros, que data de 1798, permite al gobierno detener o deportar a ciudadanos de naciones enemigas sin una audiencia previa. Bajo esta normativa, todos los venezolanos mayores de 14 años que sean considerados miembros del Tren de Aragua y que no sean residentes legales podrían ser expulsados de inmediato.

No obstante, la medida enfrenta obstáculos legales. El juez federal James Boasberg emitió una orden que prohíbe su aplicación a los detenidos en EE.UU., deteniendo temporalmente las deportaciones. Su decisión exige que cualquier avión con migrantes expulsados que esté en el aire deba regresar al país hasta nuevo aviso.

Mientras el debate legal continúa, el futuro de miles de migrantes venezolanos en EE.UU. permanece en la incertidumbre.

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