Martin Landray, un responsable del ensayo clínico, explicó que esa combinación de tocilizumab y dexametasona, “mejora la supervivencia, acorta las estancias hospitalarias y reduce la necesidad de ventilación mecánica”.

Los resultados de un ensayo clínico divulgado ayer en el Reino Unido sugieren que la combinación de tocilizumab, un fármaco usado para tratar la artritis reumatoide, y un corticoide como la dexametasona, puede reducir a casi la mitad las muertes en pacientes más graves con COVID-19.

Ese efecto en la mortalidad se ha identificado en pacientes hospitalizados con hipoxia -déficit de oxígeno- e “inflamación significativa” que han necesitado ventilación mecánica invasiva, según un comunicado emitido por los responsables del ensayo Recovery, dirigido por la Universidad de Oxford.

En el caso de las personas ingresadas que solo han requerido un tratamiento con oxígeno no invasivo, las muertes decrecen en torno a un tercio con ambos fármacos. El mismo ensayo clínico a gran escala, ya detectó en junio pasado que la dexametasona, que reduce la inflamación, contribuye a salvar vidas a los enfermos graves de coronavirus.

El mismo ensayo clínico a gran escala, que cuenta con la colaboración del sistema de salud público del Reino Unido, ya había detectado en junio que la dexametasona, una sustancia de bajo coste que reduce la inflamación, contribuye a salvar vidas entre los pacientes más graves de la enfermedad.

Los investigadores han determinado ahora que el tocilizumab, que se aplica por vía intravenosa, puede reducir por sí solo un 4% la mortalidad, y que su efecto se amplifica al ser utilizado en combinación con el corticoide.

$!Dos fármacos reducen muertes de pacientes graves de la COVID-19

Sus resultados se basan en un estudio aleatorio en el que 2.022 pacientes recibieron el medicamento para la artritis y otros 2.094 fueron asistidos con los cuidados habituales.

Los resultados indican que 596 de los individuos que recibieron tocilizumab murieron en un plazo de 28 días (el 29%), frente a 694 de quienes no fueron tratados con ese fármaco (el 33%).

Esas cifras sugieren que por cada 25 personas tratadas con el medicamento, una vida fue salvada, según subrayan los responsables del ensayo.

“Ensayos previos con tocilizumab habían mostrado resultados heterogéneos y no estaba claro si los pacientes se beneficiarían de ese tratamiento. Ahora sabemos que los beneficios del tocilizumab se extienden a todos los pacientes de covid con bajos niveles de oxígeno y una inflamación significativa”, declaró Peter Horby, jefe adjunto de Investigación del proyecto Recovery.

“El doble impacto de la dexametasona y el tocilizumab es impresionante y muy bienvenido”, recalcó el profesor de la universidad inglesa de Oxford.

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