Un tribunal australiano ordenó hace pocos minutos lunes la liberación del tenista número uno, el serbio Novak Djokovic, quien permanecía desde el jueves pasado en un hotel de la ciudad australiana de Melbourne, tras la revocación de su visado por no estar vacunado contra la covid-19, lo que había desatado una polémica.

El juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, solicitó al Gobierno de Australia implementar la liberación, entregarle su pasaporte y sus efectos personales y pagar los costes legales.

De este modo, la decisión judicial permite a Djokovic participar en el Abierto de Australia, que de ganar se convertiría en su décimo título de ese torneo y su vigésimo primer Gran Slam y superar así al suizo Roger Federer y al español Rafael Nadal.

En la vista virtual de hoy, el Gobierno de Australia accedió a revertir su decisión de cancelar el visado, aunque el abogado Christopher Tran señaló que el ministro de Inmigración del país oceánico, Alex Hawke, considera la posibilidad de usar sus poderes especiales para deportar a Djokovic.

Tal gesto de Scott Morrison, de quien dicen que busca ser reelegido este año, sería «muy preocupante», según expresó el juez Kelly, al sopesar las potenciales consecuencias.

El gobierno australiano había detenido el jueves pasado al tenista de 34 años en un hotel de Melbourne, luego de cancelarle su visado al desestimar la exención médica que había obtenido para intentar ganar su décimo título en el Abierto de Australia sin estar vacunado.

Los abogados de Djokovic alegaron que el jugador siguió todos los pasos migratorios que creyó necesarios para entrar en Australia.

Las autoridades gubernamentales de ese país exigen a los viajeros tener la pauta completa de la vacuna contra el Covid-19 o una exención médica válida para entrar al país. Por tal motivo, el pasado sábado la tenista checa Renata Vorácová, quien había sido detenida después de que las autoridades australianas cancelaran su visado tras entrar con una exención similar a la de Djokovic, abandonó el país.

Australia vive estos días su peor ola de contagios por Covid-19, alcanzando a fecha de hoy un millón de contagios acumulados desde el inicio de la pandemia, casi la mitad de ellos registrados desde principio de año debido al fuerte impacto de la variante Ómicron.

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