El jugador portugués falleció junto a su hermano en un accidente en Zamora, dejando un profundo vacío en el deporte internacional.
Una tragedia ha sacudido este jueves al mundo del fútbol. El delantero portugués Diogo Jota, reconocido por su talento en el Liverpool y su compromiso con la selección de Portugal, perdió la vida en un accidente de tránsito en España, junto a su hermano André Silva. Aunque los detalles del siniestro aún están bajo investigación por parte de las autoridades españolas, el impacto emocional ha sido inmediato y devastador para el entorno deportivo y familiar del jugador.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 3 de julio, cuando el automóvil en el que se desplazaban los dos hermanos, un Lamborghini, se salió de la vía A-52 en el kilómetro 65, en la provincia de Zamora. Tras un aparente fallo en uno de los neumáticos mientras realizaban una maniobra de adelantamiento, el vehículo se incendió y quedó completamente calcinado. A pesar de la pronta llegada de los servicios de emergencia, ambos ocupantes fueron hallados sin vida.
Diogo Jota se casó hace 11 días con Rute Cardoso con quién además tenía 3 hijos
La noticia es aún más dolorosa si se tiene en cuenta que Diogo Jota acababa de celebrar uno de los momentos más importantes de su vida personal. El pasado 22 de junio contrajo matrimonio con Rute Cardoso, su pareja desde la adolescencia y madre de sus tres hijos. Juntos habían compartido más de una década de relación, consolidando un hogar lleno de amor y estabilidad. La ceremonia, realizada en Oporto, fue íntima, rodeada de sus seres más cercanos, y reflejaba el compromiso que ambos mantenían desde hacía años.
Horas antes del accidente, Jota había publicado en sus redes sociales un emotivo video con imágenes del matrimonio, acompañado de la frase “Un día que nunca olvidaremos”. La familia, que recientemente había dado la bienvenida a su tercera hija, se enfrenta ahora a un dolor irreparable.
A través de sus cuentas oficiales de Instagram, la pareja había estado compartiendo por estos días fotos y videos del que habría sido uno de los mejores días de su vida.
Diogo Jota le hizo una promesa a sus tres hijos antes de su accidente mortal: “Quiero ser el mejor padre posible”.
En una entrevista publicada hace unos meses en el canal de YouTube del Liverpool FC, el jugador con convicción tranquila, expresó su mayor propósito: convertirse en el mejor padre posible. En medio de una conversación íntima, habría reconocido cuánto influía su familia tanto en lo personal como en lo profesional.
Contó que, pese al cansancio que a veces lo invadía en las tardes, trataba siempre de ser un modelo positivo para sus hijos y brindarles una guía afectuosa. “Aunque solo quiera descansar un rato, ellos celebran que esté en casa y no dudan en invitarme a jugar”, compartió con una sonrisa.
Un legado que trasciende el deporte, Diogo Jota se destacaba por su humildad y pasión por los videojuegos
Jota no solo era conocido por su talento en las canchas. Su carácter reservado, su disciplina y su pasión por los videojuegos lo convirtieron en una figura cercana para sus seguidores. Participó activamente en torneos de eSports, llegando incluso a ocupar el primer puesto mundial en el ranking de FIFA 21 Champions Leaderboard en 2021. También mantenía una estrecha relación con la comunidad gamer a través de sus transmisiones en Twitch, espacio donde compartía tiempo con fanáticos fuera del campo de juego.
Clubes, compañeros y seguidores han rendido homenaje al joven delantero, recordándolo como un profesional comprometido, un padre dedicado y un ser humano ejemplar. Su partida deja una huella imborrable en el fútbol portugués y en miles de corazones alrededor del mundo.
La muerte de Diogo Jota y su hermano representa no solo una pérdida deportiva, sino un profundo dolor humano. A sus 28 años, el delantero había alcanzado la cima de su carrera, había formado una familia sólida y se proyectaba como una de las figuras más respetadas del fútbol europeo. Hoy, el deporte llora su ausencia.