Un cruce de trinos entre los presidentes Gustavo Petro y Nayib Bukele, terminó en un debate sobre los resultados de la política carcelaria en Colombia y El Salvador.

Un ir y venir en Twitter entre los presidentes Gustavo Petro de Colombia y Nayib Bukele de El Salvador, abrió el debate en redes sociales sobre los estilos de la política criminal en cada uno de los países.

Todo empezó con una pulla del presidente Petro cuando mencionó esta semana que «se disparan las popularidades, lo vimos con el presidente de El Salvador, se siente orgulloso porque redujo la tasa de homicidios a partir de un sometimiento de las bandas dice él, que hoy andan en esas cárceles en mi opinión dantescas. Nosotros logramos lo mismo, la prensa no lo anunciará, logramos reducir esa tasa de homicidios, criminalidad y violencia pero no por cárceles, sino por colegios, espacios para el diálogo, para que la gente dejase de ser pobre». De inmediato, Bukele le respondió: «deseo que Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios, como lo hemos logrado los salvadoreños».

Un cruce de trinos entre los presidentes Gustavo Petro y Nayib Bukele, terminó en un debate sobre los resultados de la política carcelaria en Colombia y El Salvador.

Por eso en internet resaltaron los logros de un país y otro o los detractores de cada uno de los mandatarios. Pero más allá del debate, a luz de los datos reportados por los países, Insight Crime hizo un balance de la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes entre los países de América Latina.

Las diferencias son claras, El Salvador mostró un reducción de casi 85% en cuatro años, y al cierre del año pasado, la tasa por cada 100.000 habitantes bajó a 7,8; dista de la de Colombia, en la cual el mismo informe reconoce que el nivel es de 26,1 y sobresale como uno de los más altos de la región.

De hecho, El Salvador es el quinto país con la tasa de homicidios más baja por 100.000 habitantes según el informe, solo anteceden en primer lugar Chile con un nivel de 4,6, Nicaragua con 6,7, Paraguay 8 y Surinam 7,7. De hecho Colombia ocupa el puesto 15 entre los 17 países con más actos violentos de este tipo que mide Insight Crime.

La política criminal de El Salvador se ha enfocado en la inversión en nuevas prisiones y la persecución sin negociación contra las bandas urbanas que controlaban las ciudades del país centroamericano. A finales de febrero, allí se reportó el encarcelamiento de 64.000 pandilleros en casi un año de uso de poderes de emergencia, según el gobierno de Bukele. Aun así, según las mismas cifras oficiales, aún quedan unos 30.000 pandilleros prófugos, que están siendo buscados por las autoridades.

“El estado de excepción ha sido nuestra herramienta más efectiva en la lucha contra las pandillas”, dijo el ministro de Defensa de El Salvador, René Merino. El Congreso de ese país declaró el estado de emergencia el año pasado otorgando a las autoridades mayor poder para realizar arrestos. En febrero, el legislativo extendió el uso de esas medidas.

Boom mediático

Organizaciones de derechos humanos han criticado la falta del debido proceso contra los presos, así como la transparencia y el uso de la tortura contra los detenidos. En internet el nombre Bukele resaltó aún más luego que inauguró una prisión nueva y de altas dimensiones en enero, a ese punto transfirió a los primeros 2.000 reclusos. La tasa de encarcelamiento de El Salvador es ahora la más alta del mundo.

Los presos adicionales le darían a ese país de 6 millones de habitantes, una población carcelaria de aproximadamente 100.000 personas. Eso se compara con menos de 40.000 antes de la represión, según datos de World Prison Brief, que monitorea las poblaciones carcelarias en todo el mundo.

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