En un comunicado emitido por el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), conocido como Clan del Golfo, la organización criminal admitió ser responsable de los recientes ataques contra la Fuerza Pública, aunque negó que se trate de un “plan pistola”, como lo han denunciado varias autoridades regionales y nacionales.
En el documento, el EGC aseguró que las acciones armadas que se han registrado en diferentes zonas del país no corresponden a una ofensiva coordinada, sino a “respuestas puntuales” frente a lo que consideran una ofensiva militar del Gobierno Nacional.
El grupo sostuvo que estas acciones se dan como reacción a “ejecuciones extrajudiciales” y violaciones al debido proceso, y afirmaron que sus derechos están siendo vulnerados, afectando al Estado Social de Derecho.
La organización también rechazó las afirmaciones del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, y del comandante general de la Policía, brigadier general Carlos Fernando Triana Beltrán, a quienes acusaron de hacer declaraciones carentes de fundamento y rigor. En particular, desmintieron el uso de menores de edad para atentar contra miembros de la Fuerza Pública, asegurando que sus “estatutos” prohíben dicha práctica.
“Nuestros propósitos de paz no han cambiado”, indicó el comunicado, aunque advirtieron que no permanecerán como “espectadores pasivos” frente a los que consideran abusos del Gobierno.
Las declaraciones del EGC se dan en un contexto de alta tensión en distintas regiones del país, especialmente en el Urabá antioqueño, donde han aumentado los ataques contra patrullas policiales y unidades militares, lo que ha puesto en alerta a las autoridades y comunidades.