La Comisión de Concertación Salarial sostuvo este martes una extensa jornada de trabajo para avanzar en la definición del salario mínimo que entrará en vigencia el 1.º de enero de 2026. Tras más de seis horas de discusión, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, informó que las centrales obreras presentaron su propuesta formal: un incremento del 16 % tanto en el salario base como en el auxilio de transporte.
El planteamiento sindical se apoya en indicadores recientes de inflación, proyecciones económicas y productividad, y destaca el aumento sostenido del costo de vida en sectores esenciales como educación, salud, servicios públicos —especialmente agua potable— y vivienda. Según los representantes de los trabajadores, el ajuste debe permitir que quienes devengan el mínimo, cerca de 12 millones de personas en el país, puedan enfrentar con mayor estabilidad el aumento de precios.
Por su parte, los gremios empresariales plantearon un incremento del 7,21 %, cifra sustancialmente menor en comparación con la propuesta laboral. La diferencia marca un punto de discusión clave para las próximas sesiones.
El ministro Sanguino señaló que la distancia entre las posiciones, aunque amplia, abre un margen para buscar puntos de encuentro en la mesa tripartita convocada nuevamente para este jueves a las 8:00 a. m. El Gobierno espera presentar escenarios que faciliten un acuerdo antes del 15 de diciembre a las 11:59 p. m., fecha límite establecida para cerrar la concertación.
La negociación, que se ha desarrollado en un ambiente de diálogo y respeto, también evaluará la desindexación de gastos asociados al salario mínimo. Las centrales pidieron incluir dentro de este análisis rubros como vivienda y servicios públicos.
El pulso por el aumento continúa y será decisivo en los próximos días, cuando las partes intenten acercar posiciones para definir el ajuste salarial que impactará a millones de trabajadores en 2026.
