El sindicado recibió una rebaja de pena gracias a que pagó una millonaria indemnización a la rama judicial por sus acciones.

Nueve años, cinco meses y diez días de cárcel tendrá que pagar el empresario Carlos Mattos, por haber incurrido en corrupción judicial, particularmente en cohecho y daño informático. Se indicó que, por haber aceptado los cargos, el sindicado logró una rebaja de la sexta parte de la pena. Además, se tuvo en cuenta que a finales de abril el condenado pagó una millonaria indemnización a la rama judicial por sus acciones.

Hay que recordar que Mattos fue señalado por utilización Ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático, cohecho y daño informático. El empresario aceptó su responsabilidad por los últimos dos porque son los únicos por los que puede responder ya que son los únicos por los que España, país donde estuvo hasta noviembre del año pasado, lo concedió en extradición. Esto, porque en el país europeo solo existen los delitos de cohecho y daño informático.

Mattos asumió su responsabilidad por ambos cargos en abril, lo que significa que aceptó sobornar a jueces de la República y otros funcionarios judiciales para beneficiar a Hyundai Colombia Automotriz, entidad que presidía. Es de mencionar que el condenado pagó cerca de 2.600 millones a dos jueces de Bogotá y varios funcionarios de la rama judicial para conseguir que fallaran medidas cautelares a favor de la mencionada empresa.

En primer lugar, pagó al menos $2.500 millones entre 2015 y 2016 a varios funcionarios judiciales y al juez Reinaldo Huertas para que desviaran una demanda en contra de Hyundai hacia el despacho de este último, para que el mismo fallara medidas cautelares a favor del primero y ordenara que el fabricante surcoreano no pudiera hacer negocios en Colombia con nadie diferente.

Cuando el caso avanzó y Neocorp continuó buscando la representación de la marca automotriz en Colombia, Mattos respondió con un nuevo juego de tutelas, para que la jueza Ligia del Carmen Hernández ordenara inspeccionar una filial de su competencia. Para ello, le pagó por lo menos $100 millones. No obstante, esta última fue descubierta por la Fiscalía y en 2019 recibió una condena de dos años de prisión.

Con las investigaciones iniciadas en 2018, el empresario salió del país hacia España, lo que desató un conflicto para lograr su extradición. Este proceso fue aprobado retrasado en múltiples ocasiones, hasta que se logró en octubre del año pasado.

El caso ha avanzado con rapidez y por eso se logró la condena en siete meses. Además, influyó la voluntad de Mattos de indemnizar a la Judicatura por los daños y perjuicios de haber incurrido en corrupción judicial por el Caso Hyundai. El sindicado pagó $3.731.310.000, los cuales fueron girados en tres partes: un pago por $2.500 millones; un segundo giro por $1.000 millones y el tercero por $231.310.000. Este dinero fue girado a la Dirección Ejecutiva de la Administración Judicial.

“Mediante el presente contrato las partes convienen terminar extrajudicialmente cualquier controversia judicial que pudiere surgir de estos hechos y precaver cualquier litigio”, se lee en el contrato que sustenta el pago de la indemnización.

Para finalizar, cabe anotar que la pena de Mattos deberá ser pagada en centro carcelario, pues le fue negada la opción de casa por cárcel o la libertad condicional.

En esto tendría que ver el escándalo que protagonizó el condenado en marzo, cuando se conoció que violó la ley mientras estaba recluido. En ese momento se conoció un video en el que se ve al presidiario saliendo del médico, actividad para la que supuestamente sí tenía permiso. El problema es que posteriormente se moviliza del centro de salud a su oficina, que queda ubicada en el norte de Bogotá.

Se resalta que el traslado lo hizo sin ningún tipo de seguimiento por parte del Inpec. Además, fue capturado por las cámaras usando el carril de TransMilenio para su movilización, lo que para muchos son escenarios aptos para una posible fuga.

Por este hecho, el procesado fue trasladado a la Cárcel de Cómbita, en Boyacá. Hasta el momento, Mattos pagaría su pena en ese centro carcelario.

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