Los dos equipos terminaron el encuentro con 10 jugadores en la cancha.

Boca Juniors y River Plate empataron a 2 en un emotivo partido por la cuarta fecha de la segunda etapa de la Copa Diego Maradona, jugado la noche del sábado en el estadio La Bombonera, en Buenos Aires, a puerta cerrada.

Ramón ‘Wanchope’ Ábila (9) y el colombiano Sebastián Villa (85) anotaron los goles para el conjunto ‘xeneize’, mientras que Federico Girotti (73) y el ‘cafetero’ Rafael Santos Borré (76) anotaron para el equipo ‘millonario’.

Los dos terminaron el encuentro con 10 jugadores por las expulsiones del colombiano Jorman Campuzano (57), por el lado de Boca, y de Enzo Pérez (79), en River.

Con este resultado, ambos siguen al frente de la tabla del Grupo A de la Fase Campeón de la Copa Maradona, con 8 puntos, aunque Boca tiene una ligera ventaja en la diferencia de gol (+4, contra +3 para los de la banda roja).

Empezó mucho mejor River, que no tardó nada en acomodarse sobre el terreno de juego y arrinconar a Boca, a tal punto que antes de los dos minutos tuvo la primera gran ocasión con un bombazo cruzado de Borré, que encontró una buena respuesta del arquero Andrada en el primer palo.

Sin embargo, fue Boca el que metió el primer estiletazo de la noche, en una buena jugada colectiva en la que arrastró un par de marcas y abrió el juego sobre la izquierda para Mas, que se movió en diagonal y metió un gran pase cruzado a espaldas de los centrales para Ábila, que entró por detrás de Díaz y venció a Armani con un toque certero.

El gol no disminuyó en absoluto el entusiasmo de River, que tomó el control del juego, y estuvo a nada del empatar con un remate colocado de Carrascal que dio en el poste derecho cuando Andrada sólo podía mirar.

River tuvo otra chance cerca del final del primer tiempo, con un remate de De la Cruz que buscó el ángulo pero encontró una sólida respuesta de Andrada, aunque era Boca el que, con espacios, llegaba con profundidad en las pocas veces que tenía el balón, y así Capaldo exigió a Armani con un bombazo.

El equipo de Gallardo dominaba el encuentro a voluntad, a tal punto que sobrepasaba el 70 por ciento de posesión del balón, pero a pesar de esa tenencia abrumadora, al visitante le costaba llegar con claridad.

En el arranque de la segunda parte, Boca tuvo la chance de aumentar en una escapada de Ábila, pero el delantero falló al querer definir por su cuenta cuando tenía a Zárate solo por el centro, y perdió el duelo mano a mano con Armani.

No sería la primera mala noticia para Boca, porque poco después fue expulsado Campuzano por un manotazo en la cara de Matías Suárez, aunque el volante colombiano debió ver la tarjeta roja ya en el primer tiempo, por un codazo sobre el cuello de su compatriota Carrascal.

Aun con diez jugadores, Boca parecía sentirse cómodo con el 1-0, y hasta tuvo otra oportunidad en un gran contragolpe de Villa, que se escapó y remató desde ángulo cerrado, pero Armani salvó al equipo visitante.

El DT Gallardo metió mano con varios cambios, y uno de ellos le dio resultado, porque el juvenil Federico Girotti anotó el 1-1 de cabeza, luego de un centro de Montiel desde la derecha, y tras ganarle la marca al peruano Zambrano.

En una ráfaga el visitante dio vuelta la cuenta, y por la misma vía, apenas tres minutos después y con una sucesión de centros que terminó en un envío aéreo de Nacho Fernández para el frentazo de Borré, que le cambió la dirección y la dejó muy lejos del alcance de Andrada.

La mesa parecía estar servida para River, pero la tarjeta roja a Enzo Pérez, luego de una fuerte falta sobre Capaldo, emparejó el desarrollo, y Boca alcanzó la igualdad en una gran acción de Carlos Tévez, que se llevó el balón y arrastró marcas, y asistió con un perfecto pase al vacío a Villa, que picó hacia la derecha y definió con clase por encima de la salida desesperada de Armani.

Aun cuando River pareció haber hecho mucho más, lo cierto es que Boca, con menos tenencia, le llegó bastante y terminó por justificar un reparto de puntos para el regreso del superclásico luego de 15 meses, en un duelo vibrante y que dejó todo en suspenso rumbo a la definición del torneo local, con los dos ocupados también en las semifinales de la Copa Libertadores.

El entusiasmo previo 

Antes del partido, jugado sin público, ambos planteles fueron alentados en los hoteles en los que se concentraban, por cientos de fanáticos que se congregaron sin la distancia social adecuada en plena pandemia del COVID-19, sin siquiera lucir tapabocas.

«Sabemos que no está nada bien esto, ¿no? Evidentemente nadie cumple el protocolo que realmente queremos, pero la camiseta puede más», aceptó Claudio Cruz, un fan de River.

Del lado ‘xeneize’, uno de los simpatizantes, Santiago Peralta, contó que había acudido «para estar cerca de la cancha, acompañar a los jugadores y estar cerca».

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