Para conseguir escaños, los partidos tendrán que alcanzar mínimo el 3% del total de votos válidos, que en las elecciones de 2018 equivalió a 456.357.

En 69 días exactos el país conocerá quiénes serán los elegidos para estar los próximos cuatros años en el Congreso de la República. En los comicios del 13 de marzo los colombianos irán a las urnas para escoger al nuevo Senado y Cámara, y los partidos políticos tendrán una puja para lograr el máximo número de curules posibles.

La elección de un nuevo Congreso trae consigo la implementación de los cálculos electorales –que se basan en el conteo de votos– para garantizar una repartición equitativa de las curules. Para ocupar los 100 escaños de la circunscripción ordinaria del Senado, las colectividades tendrán que pasar por dos filtros numéricos: alcanzar el umbral electoral y conocer la cifra repartidora. En el caso de la Cámara, la repartición es distinta.

Esos dos rubros que define el Consejo Nacional Electoral (CNE) con los resultados de las elecciones son fundamentales para la conformación del nuevo Senado y colectividades como el Centro Democrático –19 curules–, Cambio Radical –16 curules–, el Partido Conservador –14 curules–, el Partido Liberal –14 curules– y el Partido de la U –14 curules– tienen el reto de mantener sus mayorías; los minoritarios piensan cómo lograr más escaños; y hay movimientos que buscan cumplir con los votos para ser caras nuevas.

Así se harán los cálculos

Tal y como lo establece el Artículo 263 de la Constitución, solo tendrán curules en el Senado los partidos que superen el umbral electoral, pues a la colectividad que no lo alcance no se le otorgará personería jurídica y de esta depende el reconocimiento como partido ante el CNE. Ese umbral equivale al 3 % del total de votos válidos, la cifra mínima necesaria para tener escaños.

Por ejemplo, en las elecciones legislativas de 2018 hubo 15.211.916 votos válidos, cuyo 3 % equivalió a 456.357 votos, que obtuvieron los partidos Centro Democrático, Cambio Radical, Conservador, Liberal, La U, Alianza Verde, Polo Democrático, Mira, Colombia Justa Libres y la Lista de la Decencia –conformado por la Unión Patriótica, ASI y Mais–.

“Este mecanismo es beneficioso para los partidos tradicionales, quienes tienen la capacidad de tener mayor votación. Es más difícil para los pequeños a quienes se les dificulta más lograr esa cantidad y les cuesta entrar a la repartición de curules”, explicó el director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, Yann Basset.

Para definir el número de curules que tendrá cada partido que obtuvo el umbral, se ubican sus votaciones en una tabla, de mayor a menor. Luego se dividen esos votos entre los números del uno al cien –que es la cantidad de curules a repartir–, y se ubica cada resultado en una casilla. Los resultados más altos de cada partido se ordenan de mayor a menor. El último resultado –el 100– se convierte en la famosa cifra repartidora. Cada partido recibirá tantos escaños como se repita esa cifra entre los votos que obtuvo.

En los comicios de 2018 esa cifra fue de 131.683 votos para cada escaño. Así fue como, por ejemplo, el Centro Democrático logró ser el partido que más curules alcanzó –19–, al conseguir 2.501.995 votos.

Para Basset es difícil que las colectividades pequeñas entren a esta repartición, por lo que resaltó que en las elecciones que se avecinan habrá más listas en coaliciones –como ocurrió con Decentes en 2018–, pues el próximo año estarán en el tarjetón listas que reúnen varios partidos como es el caso del Pacto Histórico, la Coalición Centro Esperanza, y los cristianos –Colombia Justa Libres y el Mira–.

Para las elecciones de marzo del próximo año la definición del umbral y la cifra repartidora para entregar las curules que se ocuparán entre 2022 y 2026 solo se definirá cuando se conozca el total de votos válidos depositados por los electores durante la jornada electoral.

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