En la noche de este lunes, un hecho violento conmocionó al corregimiento de Pueblo Chiquito, en la jurisdicción de Puerto Escondido, donde hombres armados irrumpieron en la vivienda del militar Iván Ávila Sepúlveda y le dispararon en repetidas ocasiones, causándole la muerte inmediata.
El ataque se enmarca dentro de lo que las autoridades consideran el denominado “Plan Pistola”, una estrategia utilizada por grupos armados ilegales para atacar selectivamente a miembros de la fuerza pública cuando se encuentran fuera de servicio, generalmente durante sus permisos para visitar a sus familiares. Este crimen es un reflejo del creciente nivel de violencia dirigido contra uniformados en el país.
En un episodio anterior la misma noche, el policía Luis Andrés Camaño, integrante de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO, antiguo ESMAD), fue asesinado en Sahagún, en inmediaciones de los barrios San Roque y El Prado. Camaño había llegado apenas un día antes desde Cartagena, donde prestaba servicio, para visitar a su familia.
Las autoridades locales han desplegado operativos especiales en todo el departamento de Córdoba para dar con los responsables del asesinato. Además, ha crecido el clamor desde distintos sectores de la sociedad para reforzar las medidas de seguridad y protección de los miembros de la fuerza pública durante sus períodos de descanso, en un intento por frenar los ataques selectivos contra ellos.