A tres meses de que se radicara la solicitud, la autoridad aeronáutica concluyó que es un peligro para la libre competencia.

La respuesta es no: este martes 8 de noviembre, después de tres meses de radicar la solicitud para fusionar las empresas Avianca y Viva Air, la  Aeronáutica Civil decidió que dicha unión no tendrá lugar para evitar escenarios de monopolio y competencia desleal en algunas ciudades.

Esta fusión se había pedido formalmente ante la Aerocivil el pasado 8 de agosto. Varias voces de protesta se levantaron desde el momento en que se radicó esta petición. Por ejemplo, el presidente de la recién llegada aerolínea Ultra Air, William Shaw, mencionó que esta fusión controlaría el 65 % del mercado aéreo colombiano.

“Crearía un monopolio, que ya tuvimos y vivimos en Colombia y lo único que trajo fue tarifas más caras, pero lo que trae este monopolio, en adición, es un dominio sobre la infraestructura aeroportuaria del país”, señaló Shaw en diálogo con RCN Mundo.

Incluso se había radicado una acción popular ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca contra las dos aerolíneas porque, supuestamente, se fusionaron debajo de cuerda antes de tener el permiso de la Aerocivil, lo cual constituiría una violación a las leyes de libre competencia.

Aunque esa querella no prosperó y Avianca demandó a William Shaw por difundir información falsa, la autoridad aeronáutica también llegó a la conclusión de que permitir esa integración “representa riesgos para la competencia en el sector y el bienestar de los consumidores”, según lo que indican en su comunicado.

La Aerocivil dio varios argumentos para impedir esta unión. Por ejemplo, señaló que la fusión reforzaría el poder de mercado de Avianca, Viva Air y Viva Perú. También dejaron ver que su tajada en el negocio sería aún más grande de la estimada por Shaw.

Las intervinientes participan en 59 rutas nacionales, que movilizan el 93,7 % del tráfico domestico del país. De estas rutas, en 29 rutas nacionales round trip participan de manera coincidente”, señaló la Aerocivil. Lo que es peor: de permitir la fusión, esta empresa fusionada sería la única opción para los consumidores de 16 rutas nacionales.

Si esta fusión se permitiera, ocurriría un retroceso de más de siete años en términos de libre competencia y los nuevos empresarios “se enfrentarían a nuevas dificultades para crecer o incursionar en mercados afectados por mayores barreras de entrada y mayor poder de mercado”.

Viva, que fue descrita como una “alternativa valiosa para los consumidores colombianos y de la región”, ya ha mencionado antes que está en crisis y podría desaparecer si la fusión no se da. Ante esa eventualidad, Aerocivil dice que esa situación se debe probar para que ellos puedan hacer una excepción.

Por ejemplo, debían demostrar que la empresa saldría del mercado si no se vende o integra con un tercero. Además, si se fusionan, debían probar que la unión no haría más daño a la competencia que la quiebra de la empresa en crisis.

Como las empresas no mostraron evidencia suficiente de que Viva estaba en una crisis fatal y que la competencia no se vería más dañada con la fusión que con la desaparición de la aerolínea de bajo costo, la autoridad decidió rechazar por completo la solicitud. También recomendó a Viva “que adopte las medidas internas y alternas pertinentes con el fin de superar la situación financiera que afronta actualmente”. No obstante, las empresas todavía cuentan con un recurso de apelación.

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