Los colaboradores de Navalni ya adelantaron ayer que contra éste, Vólkov y el director del FBK, Iván Zhdanov, se abrió otro caso penal por crear una organización sin fines de lucro que atenta contra los derechos de los ciudadanos.
El líder opositor ruso Alexéi Navalni, acorralado por las autoridades, disolvió ayer su movimiento político para proteger a sus colaboradores de la persecución penal, ante la certeza de que su red de oficinas será declarada “extremista” de manera inminente por la Justicia.
“Continuar el trabajo de la red de oficinas de Navalni en su condición actual es imposible: inmediatamente será sancionada por extremismo, lo que supondrá penas de cárcel para los que trabajan y colaboran con ella”, afirmó el jefe de la sede del líder opositor, Leonid Vólkov, en un vídeo publicado en las redes sociales.
“Oficialmente la disolvemos”, afirmó, después de que el pasado lunes el fiscal de Moscú suspendiera ciertas actividades de la plataforma -repartida por varias regiones rusas desde el Lejano Oriente hasta la capital- a la espera de que un tribunal la declare “extremista”.
El argumento esgrimido es que la red publica en sus páginas “materiales extremistas, llamamientos a actividades extremistas y a disturbios masivos y a la participación en actos públicos no autorizados”, en referencia a las marchas que se celebraron en enero y el pasado día 21 en Rusia a favor de la liberación de Navalni.
El anuncio coincidió con la comparecencia por videoconferencia desde la cárcel de Navalni en la vista de su recurso contra el veredicto de un tribunal de Moscú que le halló culpable de difamación de un veterano de la Segunda Guerra Mundial y que le impuso una multa de 850.000 rublos (unos 11.500 dólares).
Reaparece muy delgado
El opositor, que lleva 101 días encarcelado por un antiguo caso penal por el que debe cumplir una pena de prisión de dos años y medio y que acaba de abandonar en un delicado estado de salud una huelga de hambre de tres semanas para exigir que le vean sus médicos de confianza, aparecía en las pantallas del tribunal con aspecto demacrado.
“Cuando nos vimos la última vez pesaba dos kilos más: 74 kilogramos y ahora 72”, se dirigió durante un receso a su mujer Yulia, a la que informó de que ya come cinco cucharas de papilla de avena y que ha pedido a la prisión 60 gramos de zanahorias.
Navalni le dijo que ayer se miró en un espejo y vio en él un “esqueleto”.
Durante la vista -en la cual perdió el recurso- el político arremetió contra el presidente Vladímir Putin, al que llamo “rey desnudo” que durante 20 años de “reinado mediocre” logró “robar a la gente en este país, privarla de su futuro y exportar sus riquezas (los recursos del país) al exterior”.
El opositor se ve acorralado por todos los frentes desde que sobrevivió en agosto pasado en Siberia un envenenamiento con el agente tóxico Novichok, del que culpa al mandatario ruso, y decidió regresar a Rusia desde Alemania, donde se recuperaba del intento de asesinato.
Un juez prohibió el martes a petición del fiscal de Moscú y de manera cautelar también ciertas actividades del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), azote del enriquecimiento ilícito entre altos cargos rusos- y el Fondo para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos (FZPG), ambos de Navalni.
Ayer se celebró a puerta cerrada la segunda vista preliminar en el caso de extremismo antes de iniciarse el juicio sobre el mérito el próximo 17 de mayo.
La vista solo duró media hora, la cual fue aprovechada por los abogados para solicitar al juez que permita a Navalni personarse en el caso y que declare ilegal la clasificación de las supuestas pruebas contra las asociaciones del político y sus oficinas.
Ni Navalni ni nadie en su entorno duda de que el juez declarará extremistas a las organizaciones fundadas por el político, una de las razones por las que su equipo ya está tomando medidas antes del fallo oficial.
No obstante, el opositor no se rinde. Vólkov recalcó hoy que, pese a la decisión de disolver las oficinas, la mayoría continuará la lucha como movimientos políticos y sociales regionales independientes.
Subrayó que la labor desarrollada por el movimiento no ha sido en vano, ya que gracias a su trabajo “hay decenas de políticos regionales fuertes, con miles de partidarios” que lucharán por arañar al partido oficialista Rusia Unido escaños en las elecciones parlamentarias de otoño.