Tres de cassas políticas de Córdoba se quedaron con las manos limpias. La Ñoñomanía, el liberalismo y el Jattinismo, no pudieron alcanzar y mantener sus curules en el Senado y la Cámara.

Arleth Casado, exsenadora y exconcejal de Montería, volvió a ser derrotara y su movimiento, Mayorías Liberales, perdió toda opción de regresar al Congreso.

Esta casa política tradicional tuvo como cacique a Juan Manuel López Cabrales, aun cuando fue detenido y condenado por parapolítica. En su reemplazo, Arleth Casado asumió banderas y logró un escaño en el Senado, pero de ahí en adelante no pudieron mantener la curul que les ha sido esquiva en los últimos tres intentos.

El partido Liberal hoy está en manos de Fabio Amín Saleme y Andrés Calle Aguas, recién electos senador y representante a la Cámara respectivamente, mientras la casa López perdió hasta la curul que tenía en el Concejo de Montería.

Entretanto, el movimiento del partido de La U, conocido como la Ñoñomanía, no ha podido levantar cabeza desde que su máximo dirigente, Bernardo ‘Noño’ Elías, fue detenido. Desde entonces, erróneamente han intentado alcanzar curules en Senado y Cámara usando alfiles de la misma familia, pero no han tenido éxito.

Hoy no tienen ningún tipo de representación en el legislativo, después de haber sido la máxima votación a Congreso en las épocas doradas de la presidencia de Juan Manuel Santos.

El movimiento de la excongresista Zulema Jattin, conocido en el departamento como el Jattinismo, también perdió la única curul que sostenía y que estaba bajo responsabilidad de Jorge ‘Titi’ Burgos.

El pasado domingo se esfumó la posibilidad de mantener ese escaño, luego de que un movimiento emergente del municipio de Buenavista, sacara a Ana Paola García con mucha más votación y se metiera como la segunda cámara del partido de la U.

A esas tres casas políticas se les suma la derrota de Eduardo Tous de la Ossa, quien pretendía recuperar la curul de Cámara que perdió cuando estuvo militando en el partido de La U. Esta es la segunda derrota consecutiva del joven dirigente que, en esta oportunidad participaba con el aval del partido Liberal.

Las casas políticas que quedas con bases sólidas en Córdoba son el partido Conservador, con tres caras frescas, aunque hagan parte de movimientos políticos tradicionales, y el partido de La U con el veterano Jhon Besaile Fayad, quien quedó a cargo del movimiento de Musa Besaile, su hermano, hoy detenido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *