Mapa de riesgo en el sur de Córdoba: así delinquen y se mueven 8 ‘escuadrones de la muerte’

Las autodenominadas ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’, y que el Gobierno reconoce como el ‘Clan del Golfo’, continúan siendo la principal fuente de riesgo para la población civil en el departamento de Córdoba.

En la lectura de la más reciente Alerta Temprana sobre el departamento de Córdoba se narra que, son siete subestructuras armadas ilegales las que tienen presencia en el territorio, pero dos de ellas con corte militar en zonas dispersas como el sur de la región.

La radiografía presentada por la Defensoría del Pueblo y detallada desde el territorio por la Fundación CORDOBERXIA, reconocida por el Gobierno como organización defensora de derechos humanos y vocera de asociaciones campesinas del sur de Córdoba, precisa que los frentes que hacen presencia en la totalidad de los municipios son: los frentes ‘Zuley Guerra’, ‘Javier Yepes Cantero’, ‘Rubén Darío Ávila’, ‘Uldar Cardona Rueda’ y ‘Carlos Vásquez’, adscritos a los ‘Bloques Central Urabá’ y ‘Pacificadores de Córdoba y Bajo Cauca’.

Precisa el informe que, la reciente captura de su máximo dirigente, Dairo Antonio Úsuga David, alias “Otoniel” y la desarticulación de gran parte de la primera línea de mando de las AGC no parecen haber afectado su accionar criminal, control territorial y capacidad de daño.

“Por el contrario, su poder continúa intacto y ningún otro actor armado ilegal ha entrado a disputar el supuesto vacío de poder que representaría, a juicio de las autoridades, la captura de alias Otoniel”, precisa el informe de la fundación.

Comportamiento de los frentes

Si bien el ‘Clan del Golfo’ actúa en todo el departamento, no en todas partes lo hace de la misma forma, explica el informe.

“En zonas rurales dispersas de los municipios del sur de Córdoba, los frentes Carlos Vásquez y Rubén Darío Ávila poseen estructuras de corte militar, con armas largas, prendas de uso militar, radios de comunicación, capacidad en el manejo de explosivos y de sostener combates contra la Fuerza Pública y otros actores armados ilegales con presencia intermitente en el departamento. Estas estructuras son las encargadas de la seguridad de los mandos del grupo que se refugian en el Nudo del paramillo; del control de corredores de movilidad empleados para el tráfico de clorhidrato de cocaína y armas; los espacios donde se desarrollan transacciones de coca y, la recolección de las rentas de la minería del oro”, agrega el extenso análisis.

Como en los viejos tiempos de las Autodefensas Unidas de Colombia, según la denuncia, en su accionar, el ‘Clan del Golfo’ o las ‘Autodefensas Gaitanistas’, imponen normas de convivencia, administran justicia y establecen castigos con el fin de instaurar el miedo y perpetuar el orden violento que han establecido los diferentes actores armados que a lo largo de la historia han transitado por amplios sectores del departamento de Córdoba.

“En el resto del departamento su accionar prioriza los mecanismos de vigilancia sobre los movimientos de la Fuerza Pública y el control sobre líderes, personas que a su juicio representan un riesgo para el desarrollo de su economía ilícita o su seguridad, para ello cuentan con el respaldo de redes especializadas en actos de sicariato y la logística para cometer crímenes”, revela el informe.

Disidencias de las Farc

En documentos de advertencia previa, se ha reportado la existencia de la facción disidente Frente 18, sin embargo, considera el informe, en la actualidad su accionar es cada vez es más esporádico y su presencia intermitente en Córdoba.

“Los reportes más recientes de su presencia están referidos a zonas rurales dispersas del Nudo del Paramillo, donde existen cultivos de coca y baja densidad poblacional, lo que limita su capacidad de daño. A pesar de ello, la circulación de panfletos asociados a esta estructura tiene la capacidad de generar miedo entre la población que reside en zonas donde es muy baja la probabilidad de causar daños. Frente al próximo certamen electoral la incidencia de actores armados ilegales, en este caso las AGC, ha sido prácticamente imperceptible”, relata.

Finaliza el informe señalando que, a la fecha en ningún municipio se ha conocido de la circulación de panfletos, amenazas directas o actos de intimidación contra candidatos, partidos o movimientos políticos que evidencien su intención de perturbar el certamen o incidir mediante el uso de la fuerza en favor de una de las opciones o de la abstención.

A pesar de ello, en los cinco municipios de la Circunscripción Transitoria Especial de Paz, líderes y candidatos han expresado la existencia de riesgos asociados a amenazas de campañas rivales y al posible apoyo económico a ciertas candidaturas por parte de los actores ilegales para posteriormente incidir desde el parlamento y las esferas de poder departamental y local para favorecer el mantenimiento de sus actividades ilícitas, lavado de activos, apoyo ante eventuales procesos judiciales y usufructo de la contratación pública.

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