‘‘Los tambores de guerra” están sonando fuerte en el mundo, esa es la percepción que hay hoy debido a la tensión que se ha suscitado en los últimos días entre las potencias mundiales de Rusia y Estados Unidos. Tal sensación también la ha compartido el embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE), Michael Carpenter, quien dejó en claro el punto cero en el que se encuentran las negociaciones entre Rusia y Occidente para evitar una escalada militar en Ucrania. El gobierno de Vladimir Putin tiene alrededor de 100 mil soldados en la frontera entre ambas naciones europeas, y por ahora, no se ha comprometido a levantarlas.
Durante la tercera sesión de conversaciones dada ayer entre Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se esperaba que se pudiera llegar a un acuerdo con Rusia a través de la diplomacia, para lograr una desescalada militar, algo que se ve aún lejano considerando que la presencia de tropas rusas en la frontera con Ucrania ha aumentado.
Por tal motivo, Estados Unidos solicitó, para continuar con las conversaciones, que Rusia reduzca la escalada en dicho punto fronterizo, pero para el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aquellas demandas son “inaceptables”
Al respecto, el embajador de Estados Unidos ante la OSCE replicó diciendo que “la retórica se ha vuelto bastante estridente, tenemos que tomar esto muy en serio”, algo con lo que coincide el ministro de Relaciones Exteriores de Polonia y presidente de la OSCE, Zbigniew Rau, quien fue tajante al decir que “el riesgo de guerra en el área de la OSCE es ahora mayor que nunca en los últimos 30 años”.
Si bien las sesiones en la OTAN y la OSCE tienen como fin poder intensificar los esfuerzos diplomáticos para hacer retroceder a Rusia sobre la posible idea de una invasión a Ucrania, al final todo terminó en reuniones separadas entre los gobiernos norteamericano y ruso.
Ahora lo que preocupa es que el Ejército ruso realizó ayer ejercicios con armamento real en la frontera, por los soldados ucranianos ya construyen un búnker en la línea del frente en Zolote, Ucrania. Una acumulación de tropas rusas a lo largo de la frontera con Ucrania ha aumentado también las preocupaciones de que Rusia tenga la intención de invadir la región de Donbas, la mayor parte de la cual está en manos de separatistas después de una guerra de 7 años con el gobierno ucraniano.
El martes pasado, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se había reunido con su homólogo ruso Vladimir Putin, a través de una videoconferencia para discutir la situación, pero, al parecer, no se concretó nada que bajará la tensión.