En el Gobierno quedaron dudas tras la negativa de Conmebol. Más allá de la pandemia, pesó el orden público. Ahora, a defender localía de la Eliminatoria.
Aunque el ministro de Deporte, Ernesto Lucena, se mostró sorprendido con la velocidad de la respuesta de la Conmebol para negar el aplazamiento de la Copa América para noviembre, y cree que el tema no se consultó lo suficiente, dirigentes del fútbol aseguran que la decisión ya estaba tomada porque Colombia en este momento no está en condiciones de albergar un certamen internacional de esta magnitud.
“Hace 15 días se realizó una reunión de apoyo de manera diplomática, pero había muchos reparos que se agudizaron con lo sucedido en los partidos de la Copa Libertadores en Pereira y Barranquilla. Trataron de dar la mano, pero al final la puerta se cerró”, dice el vocero gremial de los futbolistas, Carlos González Puche.
Si bien Lucena argumentó la petición del Gobierno en que veían la Copa como una oportunidad de reactivación económica para el país y pretendía que esta se pudiera realizar con un aforo superior al 50 % de público en los estadios, no mencionó el tema de orden público que, finalmente, desencadenó la pérdida de la sede.
El Ministro aseguró que con la Conmebol hubo un diálogo permanente de temas de salud, aforos y seguridad, y atribuyó los hechos vandálicos en Barranquilla a personas que no quieren que se juegue fútbol en Colombia. “Ahora hemos perdido todos”, apuntó.
Lo paradójico es que todo va encaminado a que Argentina sea la sede única, cuando la asociación del fútbol de esa nación acaba de suspender las competencias locales desde este viernes y hasta el 30 de mayo, en el marco de las medidas adoptadas por el presidente Alberto Fernández por el rápido aumento de contagios de la COVID-19.
Lo que viene ahora para Colombia es defender con vehemencia la localía del duelo ante Argentina, el 8 de junio, por la Eliminatoria a Catar 2022. Ya los rivales empezaron a dar puntadas para no venir.
Como dice González Puche, optimista en que los diálogos avancen y la situación del país mejore para que haya garantías, “los futbolistas somos trabajadores y eso de que el fútbol distrae la atención de la gente, no puede impedir que ellos puedan ejercer su labor en los torneos locales y mucho menos que puedan representarnos en casa con la Selección Nacional”.