Por: Erasmo Zuleta Bechara

“Solo los educados son libres”, afirmaba un filósofo griego, queriendo significar que el único camino hacia la libertad se logra a través de la educación, el conocimiento y la investigación.

Es por ello que, en todas las economías —desarrolladas o en vías de desarrollo—, se siguen de cerca los indicadores del sector educativo. La correlación existente entre más años de educación y mayor bienestar es muy fuerte. Las sociedades con mayor número de años de formación académica suelen gozar de mejor salud, menor pobreza y, algo muy importante, estas mejores condiciones de bienestar se expanden de forma intergeneracional, creando un círculo virtuoso tanto para los individuos que se educan como para su descendencia.

En Colombia, el reconocimiento del sector educativo es explícito. No en vano, el debate público sobre las políticas que impactan el acceso, la permanencia y la calidad de la educación siempre está presente. Prueba de ello son las preocupaciones constantes en torno a la financiación del Programa de Alimentación Escolar (PAE), que promueve la permanencia y el bienestar de los jóvenes desde preescolar hasta la educación media, y los debates sobre la financiación y funcionamiento de entidades como el ICETEX, que facilitan el acceso a la educación superior tanto en instituciones públicas como privadas, dentro y fuera del país, ampliando así las oportunidades de formación para los colombianos.

Ahora bien, como gobernador del departamento de Córdoba me siento profundamente satisfecho por los logros colectivos alcanzados en el sector educativo, los cuales evidencian que los esfuerzos están encaminados en la dirección correcta: hacia una mejor educación en el departamento. Un ejemplo claro de avance es el aumento en el puntaje promedio de las pruebas Saber 11, que evalúan la calidad de la educación media. Mientras en 2021 Córdoba registró un puntaje promedio de 234 frente a 250 a nivel nacional, en 2024 alcanzamos un promedio de 251, acercándonos al promedio nacional de 260. A nivel departamental, destaca especialmente la mejora en las instituciones oficiales rurales, cuyo puntaje promedio pasó de 216 en 2021 a 232 en 2024. Un comportamiento similar se observa en la educación superior, donde el puntaje de las pruebas Saber Pro ascendió de 137,4 en 2021 a 144 en 2024, lo que refleja un avance sostenido en la calidad del aprendizaje en todos los niveles.

Pero las mejoras en Córdoba no han sido únicamente de calidad, sino también de oportunidades. Así, por ejemplo, la tasa de tránsito inmediato a educación superior pasó de 26,5 % en 2019 a 32,6 % en 2024, y la tasa de cobertura en educación superior aumentó de 25,2 % en 2018 a 27,2 % en 2024.

Las anteriores mejoras representan un paso en la dirección correcta, pero sin duda alguna tenemos aún un largo camino por recorrer. Además de trabajar por la consolidación, expansión y mejora de programas existentes como el PAE, también estamos impulsando nuevas iniciativas en el departamento, entre ellas la creación del programa de Medicina en la Universidad de Córdoba y la apertura de una nueva sede de esta institución en el Alto Sinú, con el objetivo de acercar una oferta académica pertinente y de calidad a más jóvenes en el territorio.

El fortalecimiento del sistema educativo del departamento es el resultado de un esfuerzo colectivo, que tiene como meta convertirse, en el mediano plazo, en un referente regional y nacional.
*Gobernador del Departamento de Córdoba y presidente de la Federación Nacional de Departamentos (FND)

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