Este anuncio revivió en EE.UU. la discusión sobre la implementación de condenas severas ante delitos graves. Esto dice la medida.
Un controversial anuncio revivió en Estados Unidos la discusión sobre la implementación de condenas severas para aplicar justicia ante delitos graves. Esto, a raíz de que el presidente de este país, Donald Tump, firmara un memorándum que fue enviado al Departamento de Justicia con el objetivo de restablecer la pena de muerte o pena máxima, como forma de castigo ante homicidios o mayores delitos en Washington.
Durante su campaña y en medio de su gobierno el presidente Trump ya había dado luces sobre su intención de implementar esta medida, sustentada en la necesidad de luchar contra la violencia que hoy se encuentra desbocada en los Estados Unidos.
“La gente llega de Iowa para admirar el Monumento a Lincoln y acaba siendo asesinada. Eso ya no pasa… y si pasa, le caerá la pena de muerte a la persona que lo haga. Y esto lo pone en marcha”, manifestó Trump en el Despacho Oval, durante la firma de la medida.
Intentos por restaurarla fallaron en el pasado
Esta iniciativa deja sin vigencia la anulación de la pena de muerte que fue lograda en el pasado por el Ayuntamiento de Washington en 1981 y sobre la cual se intentaron hacer cambios sin éxitos, hasta esta intervención de Trump sobre la pena máxima que sí es apoyada.
El Congreso estadounidense, celebró durante ese periodo un referéndum en la capital sobre el mismo tema, experimento que arrojó que “dos de cada tres votantes se declararon en contra de las ejecuciones”.
Este documento ya firmado por Donald Trump da la orden al fiscal general y la fiscal federal, que “apliquen por completo” la condena de pena de muerte, en procesos en los que existan pruebas y hechos que ameriten utilizarla.
Sobre esta ultima determinación, no es tan claro la manera exacta de los delitos que ameriten este castigo o todos sus parámetros, aunque indique que los fiscales podrán “pedir la pena de muerte en todos los casos apropiados en los que, tras un examen completo de las pruebas y otra información relevante, los factores aplicables justifiquen una pena de muerte”.
De igual forma, tras este anuncio en el Gabinete de Donald Trump se repite la idea de que “Si matas a alguien, si matas a un agente de policía”, el autor del homicidio quedaría condenado a muerte, reviviendo el análisis sobre lo que esta medida, sin control claro, podría provocar.