El presidente cuestionó a su bancada tras la derrota en la Corte Constitucional y pidió transparencia en futuras votaciones.
El presidente Gustavo Petro volvió a expresar su inconformidad tras la derrota de su Gobierno en la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional. El mandatario reprochó al Pacto Histórico, su propia coalición política, por haber hecho uso del voto secreto en la elección realizada la semana pasada en el Congreso.
En un mensaje publicado en su cuenta de X, Petro señaló que “jamás una bancada progresista en un Congreso o parlamento debe hacer uso del voto secreto, así la norma lo permita. No tiene nada que ocultar y la democracia debe ser transparente. Les solicito no hacer uso del voto secreto, y mostrar de manera pública su voto. Lo secreto es de las mafias”.
El jefe de Estado criticó que, pese a los compromisos previos, su candidata María Patricia Balanta obtuviera únicamente 41 votos frente a los 62 alcanzados por el exdefensor del pueblo Carlos Camargo, quien resultó electo magistrado de la Corte Constitucional. Para Petro, esta diferencia solo refleja que algunos senadores de su bancada no votaron de acuerdo con los lineamientos del Gobierno.
La inconformidad no es nueva. Luego de conocerse los resultados, Petro aseguró que el Senado buscaba “devolver la justicia al duquismo y al cartel de la toga”, y denunció lo que calificó como prácticas corruptas en el proceso.
El presidente también recordó que, aunque la Constitución permite el voto secreto en la elección de ciertos funcionarios como magistrados, procurador o contralor, él considera que la transparencia debe primar dentro de las fuerzas progresistas.
La derrota en la Corte Constitucional ha encendido alertas dentro del Gobierno, que evalúa una reorganización en sus relaciones con el Congreso e incluso un posible relevo ministerial. Petro, en su más reciente pronunciamiento, insistió en que quienes se aparten de las directrices políticas no pierden su voto, pero sí podrían ser excluidos del movimiento.
El debate deja en evidencia las tensiones internas en el Pacto Histórico y plantea nuevos retos para el Gobierno en la consolidación de mayorías dentro del Legislativo.