Un misterioso hombre que agredió al adolescente involucrado en el atentado contra el senador Miguel Uribe es buscado por las autoridades tras su repentina desaparición.
Las cámaras registraron los momentos posteriores al atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe. Mientras los agentes de la Policía y miembros de la Unidad Nacional de Protección (UNP) reducían al adolescente de 15 años que había disparado contra el político, un hombre, identificado como Cristián Roberto Copajita, apareció en escena y comenzó a golpear violentamente al menor, incluso después de que este ya había sido esposado.
En medio del caos, Copajita no solo propinó varias patadas al rostro del joven, sino que además intentó extraer un arma blanca con la intención, según sus propias palabras, de asesinarlo. “Ese pirobo se gana mi puñalada porque se la gana”, vociferaba mientras era contenido por los escoltas. Aunque en un primer momento se identificó como testigo y hasta ofreció declaraciones al noticiero Noticias Uno, el hombre desapareció días después, dejando sin respuesta los intentos del medio por contactarlo nuevamente.
Actuaciones sospechosas y múltiples interrogantes
Las agresiones de Cristián Roberto Copajita levantaron sospechas entre los escoltas de la UNP, quienes lo increparon por su insistencia en atacar a un joven que ya estaba reducido y en estado de indefensión. “¿Por qué lo quiere joder si está ahí esposado? ¿Usted tiene que ver algo o qué?”, le preguntaron. Minutos después, y al ver que su comportamiento llamaba la atención, el hombre desapareció de la escena.
Una semana más tarde, las grabaciones que lo comprometen fueron difundidas públicamente, justo cuando avanzaba la investigación del atentado que ha sacudido el escenario político de cara a las elecciones presidenciales de 2026. El menor, por su parte, reveló que fue contratado por 20 millones de pesos para asesinar a Uribe y aseguró que fue reclutado por “el patrón del barrio y el jefe de la olla”.
El testimonio del joven, que ahora se encuentra bajo protección de la Fiscalía General de la Nación, ha sido clave para reconstruir lo ocurrido aquel día. Según su versión, pasó al menos cuatro horas en los alrededores antes de ejecutar el ataque, tras haber recibido el arma y las instrucciones específicas a través de un transporte por aplicación.
Por ahora, el paradero de Cristián Roberto Copajita sigue siendo desconocido, mientras las autoridades avanzan en esclarecer no solo el intento de magnicidio, sino también los oscuros hilos que se entrelazan tras el hecho.