Los familiares afirman que es la voluntad de la paciente, pues está pasando por adversidades debido a la enfermedad que la aqueja.
Hace un poco más de tres años, la vida de Erika Yanira Morales, oriunda de Pasto Nariño, cambió completamente, luego de que quedó cuadripléjica tras un golpe contundente en su cabeza con una botella que recibió en una discoteca.
«Era una joven estudiosa, cursaba noveno de bachillerato», dijo su hermana Tatiana Morales, en una entrevista a medios nacionales.
Desde agosto de 2021 batalla con la enfermedad, y poco a poco su salud se ha ido deteriorando, al punto de ya no poder recibir la alimentación adecuada ni comunicarse con sus allegados. «Siempre nos dijeron que mi hermana en cualquier momento iba a fallecer», añadió Tatiana.
La joven de 20 años le pidió a su familia la eutanasia, pues afirmó que ya no resiste los dolores y que está cansada. Sin embargo, su EPS Emssanar no aceptó la solicitud. «Nos pidió hacer esto viral, para que nos ayuden en esta difícil situación.
(Hace un mes mi hermana me dijo: ‘Hermanita, no quiero que seas egoísta, quiero que me dejes ir’, me dijo que era una prueba de amor.
No queremos verla sufrir más. Es algo que no vamos a superar, pero la misma fortaleza nos la dará Dios, y ya sabemos que es lo mejor», dijo su hermana.
Tatiana añadió que Erika, aunque no puede hablar, está totalmente consciente y responde con la cabeza cuando le hacen preguntas, por lo que, para comunicarse, su familia debe decirle las letras del abecedario y ella debe asentir cuando nombren la letra que quiere expresar.
«Yo voy anotando en un papel hasta anotar la palabra que ella me quiere decir. Hace rato me escribió: ‘Ojalá toda la gente tuviera un poquito de corazón'», añadió Tatiana.
Aquella noche de agosto de 2021, Erika recibió dos golpes con una botella de Buchanans por parte de dos mujeres. El impacto fue tal que inmediatamente fue hospitalizada y tuvieron que inducirla a un coma.
Aunque la desconectaron luego de unas semanas, su cuerpo no despertaba. Tras un año y siete meses de incertidumbre, finalmente volvió a ser consciente. «Había perdido totalmente su movilidad, su respiración, el especialista habló con mi madre y le dijo que no era un pronóstico alentador», relató su hermana.
La joven, con ayuda de un psicólogo, manifestó su decisión de morir dignamente, la cual fue difícil de afrontar para la familia, pero finalmente sus allegados la apoyaron.
«No lo aceptaba, para mí fue muy difícil aceptarlo, pero hoy prefiero mil veces llorarla en una tumba que verla sufrir más. Esto es un dolor que uno nunca va a dejar de sentir, ella es mi única hermana, pero hoy la apoyo totalmente y solo queremos que nos ayuden», indicó Tatiana.
Su madre, entonces, hizo la petición de la eutanasia a EPS Emssanar, pero el fallo «salió no favorable», por lo que decidieron visibilizar su situación para pedir ayuda con el fin de respetar la decisión de Erika.
En las últimas horas, la EPS se comunicó con Tatiana para indicarle que el fallo, según la entidad, había salido favorable; sin embargo, la familia sostiene que en sus papeles «no es así». Por lo tanto, Emssanar va a hacer una nueva junta médica para evaluar la situación.