Las autoridades ofrecen hasta 200 millones de pesos de recompensa por información que permita su liberación.

La tranquilidad de una familia fue interrumpida por el terror la noche del sábado 3 de mayo en el corregimiento de Potrerito, Jamundí (Valle del Cauca), cuando varios hombres armados y encapuchados irrumpieron en una vivienda y secuestraron al pequeño Liam, de 11 años, junto a una empleada doméstica.

Según información preliminar, el niño y la trabajadora del hogar regresaban con su familia de un evento religioso cuando los delincuentes actuaron con violencia, llevándoselos por la fuerza en el vehículo del padre del menor hacia la zona de Villa Colombia, donde opera la estructura Jaime Martínez, disidencia de las FARC.

En las últimas horas, la empleada fue dejada en libertad en zona rural de Jamundí, y ya se encuentra bajo protección de las autoridades. El niño, sin embargo, sigue desaparecido, lo que mantiene a su familia y a toda la comunidad en vilo.

La Gobernación del Valle del Cauca ofreció una recompensa de 200 millones de pesos para quien aporte información que permita su liberación. Las investigaciones están a cargo del Gaula, que realiza patrullajes, análisis de cámaras y entrevistas a residentes, además de monitorear comunicaciones, mientras la familia recibe acompañamiento institucional para garantizar su bienestar.

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