Hulk Hogan, una de las figuras más reconocibles y trascendentales en la historia de la lucha libre profesional, falleció a los 71 años en su residencia en Florida.
La noticia fue confirmada por su representante, Chris Volo, y también fue reportada por medios como TMZ, citando fuentes cercanas al luchador.
Durante más de 20 años, Hogan fue mucho más que un atleta: se convirtió en el rostro de una disciplina que pasó de espectáculos locales a convertirse en una industria global.
Con su imponente estatura, su inconfundible bigote rubio y su estilo teatral sobre el ring, capturó la atención de millones y definió una era del entretenimiento deportivo.
Protagonista de momentos icónicos como los primeros WrestleMania y enfrentamientos históricos con leyendas como André el Gigante, Hogan no solo revolucionó la lucha libre dentro del cuadrilátero. También abrió camino fuera de él, llevando su imagen a la televisión, el cine e incluso protagonizando su propio reality show.
Su impacto ayudó a consolidar el puente entre la lucha libre y la cultura popular, anticipando el camino que más tarde recorrerían figuras como Dwayne «The Rock» Johnson y John Cena.
En sus últimos años, también fue noticia por sus opiniones políticas, manteniendo una relación cercana con el expresidente Donald Trump, a quien respaldó públicamente. Su vínculo se remonta a los años 80, cuando ambos compartieron escenarios vinculados al mundo del wrestling.
Más allá de sus logros deportivos, Hulk Hogan será recordado como un símbolo cultural que transformó la percepción de la lucha libre, llevándola a nuevos públicos y convirtiéndose en una figura admirada por generaciones. Su legado sigue vivo en el corazón de quienes crecieron en la “era Hogan” y en quienes aún encuentran inspiración en su legado dentro del mundo del espectáculo.
