En una reciente entrevista, el precandidato presidencial Abelardo de la Espriella propone realizar una gran encuesta el próximo 10 de diciembre para definir un candidato único que enfrente al petrismo en las elecciones de 2026. Según él, esa unión no debe hacerse con “ego, sino con fervor del pueblo” y bajo criterios muy claros: excluiría a quienes han sido “cómplices de Petro” o que hayan apoyado activamente su gobierno.
De la Espriella argumenta que esta fórmula evitaría un “gasto multimillonario” al Estado y aportaría estabilidad al reducir la fragmentación de la derecha. Añade que el ganador de esa encuesta iría directo a la primera vuelta, y que los demás aspirantes podrían sumarse a su campaña o postularse al Congreso.
En cuanto a su plan de gobierno, el abogado propone un Estado mucho más pequeño: quiere recortar el tamaño del Estado en un 40 %, lo que le permitiría reducir impuestos como el 4 × 1.000 o el de la gasolina. Además, defiende la no relación con regímenes como los de Maduro u Ortega y plantea salirse de la CIDH, la OEA e incluso revisar la pertenencia de Colombia a la ONU.
Sobre la justicia, De la Espriella usa un lenguaje duro: propone “c∆stigar” a Petro y sus “cómplices”, aunque matiza que no habla de v£nganza sino de justicia, y acusa a algunas figuras de corrupción, ro
0bo de recursos públicos y traición a la soberanía nacional.
Finalmente, advierte que si no se concreta su propuesta de encuesta, podría ir “directo a la primera vuelta”: asegura tener un mandato popular de más de cuatro millones de firmas.
