Un profundo sentimiento de tristeza y conmoción embarga a la comunidad educativa del Instituto Froebel, tras la repentina muerte de Orianis Acosta, una estudiante de 13 años, ocurrida en plena jornada académica el pasado miércoles 21 de mayo.
El trágico hecho tuvo lugar cerca del mediodía, mientras se desarrollaban las clases en la sede del colegio, ubicado en el barrio Villa del Carmen, al sur de la ciudad. Según testimonios, la joven, que cursaba séptimo grado, se desvaneció de manera inesperada frente a sus compañeros y profesores, lo que generó momentos de angustia dentro de la institución.
De inmediato, tanto docentes como estudiantes intentaron prestarle los primeros auxilios, y posteriormente fue trasladada a una clínica privada de Santa Marta. Sin embargo, pese a los esfuerzos, los médicos de turno confirmaron que la menor llegó sin signos vitales. Los primeros informes apuntan a un infarto fulminante como posible causa del deceso.
La inesperada pérdida de Orianis ha dejado un vacío entre sus compañeros, profesores y familiares, quienes la recuerdan como una niña alegre, respetuosa y comprometida con sus estudios. La comunidad educativa ha expresado su dolor y solidaridad a través de mensajes en redes sociales y muestras de afecto hacia sus seres queridos.
En señal de duelo, el Instituto Froebel anunció la suspensión de las clases durante tres días, como muestra de respeto y homenaje a la memoria de la estudiante. «Hoy no solo perdemos a una alumna, perdemos a una hija de nuestra comunidad. Nuestro corazón está con su familia», expresó el plantel en un emotivo comunicado público.
Este trágico suceso reabre el debate sobre la atención médica preventiva en centros educativos y la necesidad de contar con protocolos eficientes ante emergencias de salud en menores de edad.
