El Icbf aseguró que ha solicitado a la Fiscalía la celeridad en la investigación, mientras las familias exigen justicia y cuestionan fallas en los protocolos de protección de los niños.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ordenó el cierre temporal del Hogar Infantil Canadá Sede F, ubicado en el barrio Villa Javier, en la localidad de San Cristóbal, Bogotá, tras conocerse graves denuncias de abuso sexual contra menores de entre 2 y 3 años por parte de un trabajador del centro educativo. La entidad, además de rechazar enérgicamente los hechos, pidió celeridad a la Fiscalía General de la Nación para lograr la pronta captura del señalado agresor.
La medida fue adoptada luego de que padres de familia denunciaran que al menos 12 niños habrían sido víctimas de presuntos actos de abuso sexual. Según el testimonio de varias madres, el hombre, identificado como Freddy Castellanos, manipulaba a los menores para llevarlos al baño, donde los amenazaba si no guardaban silencio. Uno de los testimonios más estremecedores asegura que usaba la comida como castigo si los pequeños hablaban.
Impacto devastador y acompañamiento a las familias
El Icbf informó que durante el cierre del jardín se brindará acompañamiento psicosocial a las familias afectadas, así como atención en otras unidades de servicio. A través de equipos defensoriales conformados por abogados, psicólogos, trabajadores sociales y nutricionistas, se busca garantizar el restablecimiento de derechos de los menores.
Algunos de los niños se encuentran aún hospitalizados, y medios nacionales han reportado que dos de ellos fueron diagnosticados con VIH. Las familias exigen respuestas contundentes, no solo frente a los responsables directos del abuso, sino también contra quienes, desde la dirección del jardín, habrían actuado con negligencia al no alertar de inmediato a las autoridades cuando se conocieron los primeros indicios.
Negligencia institucional y exigencia de justicia
El caso ha generado una profunda indignación entre la comunidad. Padres de familia realizaron un plantón frente a las instalaciones del jardín, donde expresaron su dolor y exigieron justicia. Además, denunciaron que el centro educativo, operado por la Asociación Parque Canadá, habría intentado encubrir los hechos, restándole gravedad a las primeras denuncias. En palabras de una madre: “Las directivas fueron cómplices por omisión. Nuestros hijos confiaban en ellos y nos fallaron”.
El Icbf también anunció que se adelantarán procesos administrativos y sancionatorios contra la asociación operadora, y se evaluará si existió alguna omisión por parte de los funcionarios públicos encargados de supervisar el contrato.
“Es inadmisible que un espacio destinado al cuidado y protección de los niños se convierta en escenario de hechos tan atroces”, manifestó la directora del ICBF, Astrid Cáceres. La entidad reiteró que todas las quejas serán objeto de investigación, sin excepción, y que ninguna denuncia de una familia será ignorada.
Este caso ha sacudido a Bogotá y al país entero, evidenciando la urgencia de reforzar los mecanismos de control y protección en instituciones que tienen bajo su responsabilidad la vida e integridad de los menores más vulnerables. La ciudadanía, al igual que las familias de las víctimas, espera que se haga justicia con celeridad y contundencia.
